“A las mujeres les gusta que les peguen, por eso se quedan”, “Eso le pasa sólo a los pobres”, “No hay que meterse, es un tema privado de la pareja” o “Los hombres son violentos por naturaleza”, son algunos de los mitos que procura derribar la investigación de Mariana Carbajal, autora del libro “Maltratadas” que aborda la violencia de género en las relaciones de pareja.
En diálogo con EL DIARIO, la periodista de Página/12 indicó que desde chica tuvo una especial sensibilización por la problemática. “Tiene que ver con mi madre, Marisú Devoto, que es psicóloga social y fundó la ONG Propuesta, que ofrece atención a las víctimas. También es porque me rebela pensar que están matando a las mujeres a través de los femicidios, que es la expresión máxima de la violencia de género. A partir de ahí, pienso que son miles de mujeres que sufren esta problemática, que viven en un hogar que, en lugar de ser el espacio del amor, es el lugar en que se padecen verdaderas torturas cotidianas”, dijo.
“Me llaman la atención los testimonios que dicen que les duele más la palabra descalificadora, insultante, que el golpe físico. Es porque la violencia se ejerce de muchas formas”, agregó.
El libro va abordando en cada capítulo los mitos que construyó la sociedad machista para justificar actos de violencia, analizados a partir de casos que lo representan, con el aporte de especialistas y reflexiones de la autora.
Está prologado por Eva Giberti, batalladora por la puesta en agenda de la violencia de género.
“Deseo que sirva, que sirva para que se trate el tema. Estoy siendo invitada a distintos lugares del país para presentar el libro, lo que habla del interés que hay en el tema, pero también me convocan las universidades porque lo incluyen como bibliografía para especializarse en la problemática”, informó.
“‘Maltratadas’ es una excusa para hablar de un tema complejo, que tiene que ver con lo social, con los derechos humanos, con la Justicia”, dijo.
“Lo importante es visibilizarlo, acompañar a las organizaciones que vienen trabajando, transmitir a las víctimas que si hay maltrato no hay amor, que tienen que pedir ayuda porque sola no se puede salir”, agregó.
Entiende que según el lugar del país en que la víctima sufra la violencia, será la respuesta. “Hay lugares donde están los sistemas para que la mujer cuente una sola vez lo que le pasó, con atención las 24 horas, los 365 días del año, pero otros en los que no hay nada. Se habla mucho del tema, pero todavía no entra en las agendas prioritarias. Falta un plan nacional para prevenir, evitar y erradicar la violencia de género, tal como dice la ley. Falta que se articulen políticas públicas del Estado nacional con las provinciales y municipales y falta presupuesto”, enumeró.
Propuestas
Entre los buenos programas que pudo ver en el territorio nacional, destacó la implementación de un acompañante, para que la mujer no transite sola “el camino después de la denuncia, que es un camino hostil y con dificultades”.
Entiende que falta además perspectiva de género en los organismos que receptan la denuncia y para ello, es necesaria la capacitación. “Muchos no entienden que es un proceso complejo y cíclico, que después de un episodio violento viene el arrepentimiento, el pedido de perdón y la promesa de que no va a volver a ocurrir. Es lo que se conoce como luna de miel. Por eso, cuando la mujer vuelve a denunciar, se la descalifica o creen que miente para perjudicar a su pareja”.
“Hay que entender que la denuncia no es mágica, que no termina con el problema. Por eso la mujer que denuncia tiene que estar fortalecida, empoderada de sus derechos. Ayuda el acompañante, los grupos de ayuda mutua y la perspectiva de género en la Justicia”, sintetizó.
El libro plantea inquietudes también con lo que se hace con los hombres violentos y con la necesidad de trabajar en las escuelas para prevenir noviazgos violentos.
Para tener en cuenta:
Lugar: Centro Cultural Comunitario Leonardo Favio. Día y hora: hoy, a las 20.30.