La siembra directa mantiene una constante evolución a nivel mundial con la mirada puesta en aumentar la precisión, el automatismo y la productividad, indicaron en un informe del INTA Manfredi, en el que señalan el avance que representan las sembradoras con dosificador eléctrico.
Con este nuevo sistema sólo es necesario un “mazo de cables” que va a un motor individual, encargado de impulsar cada distribuidor, que puede ser comandado por una consola. El hecho de que una máquina tenga menos piezas móviles significa menos reparaciones y menos problemas de calibración. Las nuevas máquinas estarán disponibles a la venta para esta campaña de siembra 2014.
A la hora de referirse al modo de funcionamiento, indicaron que todas las marcas funcionan con la misma premisa: “Un pequeño motor eléctrico instalado en cada cuerpo de siembra de la máquina impulsa cada dosificador de semillas. La potencia proviene de una batería o un alternador en el tractor o el implemento. Las diferencias están en los requisitos de potencia de cada motor y cómo se suministra esa energía”.
El eje de la cuestión es la precisión en la colocación de semillas en el suelo, en una realidad marcada por productores y contratistas que tratan de cubrir más terreno con sembradoras cada vez más grandes sin reducir la velocidad. Sin embargo, según las empresas proveedoras de esta tecnología, con el motor eléctrico la precisión de la siembra se mantiene independientemente de la velocidad de la siembra. Es así que consideran la posibilidad de sembrar a 13 kilómetros por hora manteniendo la uniformidad en el espaciamiento entre semillas.
La utilización de motores eléctricos abre nuevas fronteras permitiendo regulaciones antes imposibles y facilitando o simplificando otras. El hecho de que cada cuerpo de siembra tenga un comando independiente posibilita el corte por sección, impidiendo el solapamiento de la siembra que duplica el costo de semillas y que puede provocar disminuciones de rendimiento por sobrepoblación.
También permite la compensación de siembra en caso de siembra en curvas, manteniendo el espaciamiento entre semillas consistente desde el surco interno hasta en la parte exterior.