Con la participación de más de 400 asistentes y numerosos dirigentes regionales y nacionales de las cuatro entidades agropecuarias y las cámaras de la industria frigorífica, el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina realizó ayer en el Hotel Amerian del Chaco su tercer Seminario Regional.
Por la mañana disertó Fernando Canosa, de Aacrea, quien se refirió a los cambios estructurales en el negocio ganadero. “Sueño con que en algún momento la cadena de la carne genere una propuesta consensuada para no depender de los funcionarios de turno”, sostuvo Canosa, “el negocio de la carne necesita una previsión de cuatro o cinco años”.
“Hay que pensar en una modernización en el mercado de la carne y profundizar una campaña de comunicación que explique el trabajo y el aporte de la cadena. Desde el IPCVA estamos construyendo la cadena”, sostuvo en el mismo sentido Dardo Chiesa, presidente del Instituto.
El bloque regional estuvo a cargo de los técnicos Osvaldo Balbuena (INTA Colonia Benítez, Chaco) y Diego Bendersky (EEA Mercedes), quienes se refirieron a los “Procesos de intensificación ganadera y la búsqueda de mayor eficiencia en el manejo ganadero” en el NEA.

Hábitos

Adrián Bifaretti y Miguel Jairala, ambos del IPCVA, se refirieron al “Comportamiento de compra y hábitos de consumo de carnes en el mercado interno”, revelando datos de estudios de mercado y paneles de consumo que realiza el IPCVA en todo el país y que hasta el momento no habían sido difundidos. Esos datos provienen de 600 casos de hogares que releva mensualmente la empresa CCR en Capital y GBA y otros tantos que se llevan a cabo en los principales centros urbanos del resto del país, además de estudios complementarios y específicos que realizó TNS-Gallup.
Algunos aspectos llamativos de la ponencia estuvieron referidos a las diferencias que existen en el consumo por regiones, dado que, por ejemplo, en el NEA el asado y el vacío doblan porcentualmente al de Buenos Aires.
En tanto, las distintas lecturas y cruces de datos de las muestras permiten descubrir que si bien la milanesa es la forma preferida para preparar la carne en todas las clases sociales del país, las más pudientes optan por la nalga mientras que en las más bajas, por una cuestión de precio, compran bola de lomo.
Los datos presentados, además de demostrar que la demanda de la carne es inelástica -es decir que prácticamente no varía su consumo por cuestiones vinculadas a la suba de precios- constatan que existe poca diferencia entre los valores que se pagan por los distintos cortes que componen la media res y, por ejemplo, el lomo -el corte más caro- no llega a duplicar el precio del valor promedio de todos los cortes.

Los números

El análisis económico estuvo a cargo de Javier González Fraga, ex presidente del BCRA, quien comenzó su charla asegurando que “todavía no se sabe el costo de la crisis internacional”.
Tras esbozar un panorama de la economía internacional y la posición argentina, con “salarios que cayeron un 20%”, comentó su visión sobre la ganadería para los próximos años.
“En 2010 ó 2011 vamos a estar produciendo 50 kilogramos per cápita, es decir que la producción va a ser el 80% del consumo actual”, sostuvo. “Creo que el kilo vivo va a valer, en pesos de hoy, el doble, por la caída de la oferta y la devaluación.”
González Fraga también elogió la “unión del sector” y aseguró que le parece muy importante que se hable de la Ley Federal de Carnes.
“Si la crisis sirve para planificar a 30 años, bienvenida sea la crisis”, finalizó.

La visión del IPCVA

El cierre de la jornada estuvo a cargo de Dardo Chiesa, quien aseguró que uno de los principales problemas que afronta la cadena es la falta de previsibilidad. “Perdimos en el mundo la condición de proveedor confiable”, dijo.
“En este mundo en crisis hay que ponerse el overol y salir a vender, y en el plano interno tenemos que trabajar con nuevas formas y nuevas herramientas, como los grupos de productores exportadores, porque de lo contrario vamos camino a una ganadería cautiva de otros sectores de la economía”, concluyó Chiesa.