Inmediatamente después de que Maximiliano Rodríguez anotara el penal que clasificó a Argentina a la final del Mundial el pasado miércoles, a muchos se les habrá cruzado por la cabeza la intención de estar presentes en Brasil el próximo domingo, cuando la selección enfrente a Alemania por el título, como sea.
Si a este impulso de hincha le sumamos la cantidad de opciones que inmediatamente las agencias de viaje pusieron a disposición, la consecuencia es que entre jueves y viernes estos negocios estuvieron tapados de consultas.
Según le contaron a EL DIARIO las distintas agencias consultadas, fue enorme la cantidad de gente que se acercó o llamó por teléfono preguntando sobre las variantes para poder ir a Río de Janeiro.
De todas formas, también en forma unísona, comentaron que ninguno pudo concretar la venta de alguno de estos paquetes, ya sea porque el precio “ahuyentó” al villamariense o porque aquellos dispuestos a pagar las exorbitantes cifras se encontraron con dificultades para conseguir vuelos u hoteles.

Opciones y precios

Las opciones que los distintos mayoristas pusieron a disposición para que ofrezcan las agencias eran varias, dependiendo el traslado, el hospedaje o si incluía entrada.
Por ejemplo, salir anoche desde Córdoba en avión, pasar cinco noches en Brasil, más un auto de alquiler, costaba 60 mil pesos, por supuesto, sin entrada.
Otra opción, la más económica, era viajar en colectivo, que salía el jueves por la noche, incluía cuatro noches en el país organizador y costaba poco unos ocho mil pesos.
El paquete más caro, que incluía tres noches de hotel cuatro estrellas en Río de Janeiro más entradas en categoría 3, estaba cerca de los 14 mil dólares. Pero a este monto había que sumarle los aéreos, que cuestan unos 30 mil pesos, ya que desde el momento que Argentina clasificó a la final, Aerolíneas Argentinas triplicó el precio los pasajes y aumentó las frecuencias de vuelos. Por lo tanto, tomando la cotización del dólar oficial, el paquete costaba unos 150 mil pesos.

Ni los dispuestos a pagar pudieron viajar

“Consultas hubo muchas, ventas ninguna”, palabras más, palabras menos, ésa fue la respuesta de los agentes de viaje al explicar el furor de llamados y acercamientos de personas a sus negocios en los últimos dos días.
“La gente vino a preguntar, pero cuando se le informaban los montos, ahí se bajaron todos”, graficó Marcelo, de Viajes TDH, que aseguró que “hubo gente que llamaba desesperada, pero terminó desistiendo, no vendí ni un paquete”.
Maximiliano, de Marenco Viajes, consideró que “por la magnitud del evento, la gente se desesperó por ir”, pero tampoco vendió ningún paquete. “Sé que en Córdoba se han vendido”, comentó. De hecho, algunos operadores de capital informaron a este diario que el nivel de ventas allí superó las expectativas.
Con respecto a los números, Maximiliano resaltó que aquellos que compraron el paquete para la final antes o durante el Mundial, pero con antelación a saber quien la disputaría, se ahorraron, por lo menos, la mitad de lo que hubieran tenido que gastar ahora. “Les costó cerca de ocho mil dólares con entradas, cuando ahora sale casi 15”, explicó.
Teniendo en cuenta la dificultad para conseguir entradas, o que, en la reventa, se habla de que rondan los 2.500 dólares, Marcelo, de TDH cree que “la que consultó era gente que sabía que no iba a conseguir entrada, pero que quería ir a pararse afuera del estadio para estar presente nomás, pero, según dicen, hasta siete u ocho cuadras a la redonda del estadio no van a dejar pasar a nadie sin ticket, así que tampoco tenía mucho sentido ir sin entradas”.
Por supuesto que están los villamarienses que pensaban gastarse los más de 100 mil pesos con tal de estar presentes en el Maracaná cuando Messi y compañía enfrenten a Alemania, pero ni siquiera ellos pudieron concretar el viaje. “Estamos buscando concretar paquetes para personas que tienen intenciones de comprarlo, pero no se consigue nada, ni caro ni barato”, aseguró Cintia, de la agencia de Viajes de Musicalísimo.
“No se consiguen los vuelos primero, después no se consiguen hoteles en Río de Janeiro, y mucho menos la entrada”, destacó, lamentando la imposibilidad de concretar el sueño de algunos villamarienses.
Esa misma situación atravesaron en Scaramuzza Viajes, donde Romina contó que “no había lugar en los vuelos, o sólo conseguimos de ida y no para volver; había gente que quería ir el sábado y volver el domingo, pero tampoco se consiguió nada”.
Ante semejantes cifras y trabas, alguno agentes contaron que varios de los que se acercaron a consultar terminaron yéndose en el auto. “Se juntaron cuatro o cinco y viajaron igual”, dijo Maximiliano.
De hecho, Romina aseguró que “gente que se iba en el auto vino a averiguar por alojamiento, que también fue difícil conseguir”.
En definitiva, ir a ver la final del Mundial no fue sólo una cuestión económica, ya que ni la mayoría de aquellos dispuestos a pagar lo que sea logró subirse a un avión o conseguir donde dormir.