Los trabajadores de la electricidad tienen entre sus referentes a muchas personas que por su trayectoria y contribución a la causa de los obreros, dejaron impresa su impronta en la historia.
El cordobés Agustín Tosco, Oscar Smith y el villamariense Aldo César Serrano, son algunos de los hombres que, tras su paso por los sindicatos, trazaron una marca indeleble: la del compromiso y la entrega por los derechos de los trabajadores.
Agustín Tosco
Nació en Coronel Moldes, provincia de Córdoba, el 22 de mayo de 1930 y falleció en la clandestinidad el 5 de noviembre de 1975, víctima de una larga enfermedad. Fue un dirigente sindical argentino, secretario General de Luz y Fuerza y miembro de la CGT de los argentinos.
Además de la lucha sindical particular de su sindicato participó dentro de la lucha contra la dictadura encabezada por Juan Carlos Onganía.
Tras la victoria del peronismo en el año 1973, Tosco comienza a ser perseguido. En 1974, debió pasar a la clandestinidad al ser intervenido el Sindicato de Luz y Fuerza.
Tiempo después sufre una grave y penosa enfermedad, pero por su condición se dificulta la posibilidad de recurrir a un hospital que le brinde la asistencia necesaria, dado que sería muy alto el riesgo de ser ejecutado cuando se conociera en donde se encontraba.
El “Gringo”, como se lo conocía, murió a los 45 años, el 5 de noviembre de 1975.
Oscar Smith
Símbolo de militancia, Oscar “el Gato” Smith se desempeñaba en febrero de 1977 como secretario General del Sindicato de Trabajadores de Luz y Fuerza de Capital Federal. Lo secuestraron y nunca más se supo de él.
“Hoy nos quedan sus enseñanzas, su perseverancia, su militancia y especialmente su profundo sentimiento por nuestro gremio”, sostienen sus compañeros de Luz y Fuerza. El sindicalista nacido en Villa Domínico fue el primer dirigente gremial en declarar una huelga general en 1977, en plena dictadura militar.
El 3 de octubre de 1976 fue cesanteado junto a otros 250 trabajadores de la ex SEGBA, luego vendría el fatal viernes 11 de febrero de 1977, cuando su auto fue interceptado y el sindicalista secuestrado.
Aldo César Serrano
Sólo tenía 15 años cuando cruzó el umbral que cambiaría su vida. Hijo de un dirigente de Luz y Fuerza, ingresó al sindicato, del cual nunca salió, quedando allí su obra y su espíritu. Trabajó intensamente en el sueño de la Empresa Nacional Unica en Prestación de Servicios Eléctricos, allá por el 74, luchó convencido de la necesidad de la participación de los trabajadores en la administración de la empresa para asegurar la eficiencia en la gestión.
Veinte años después la historia le daría una revancha y podría demostrar que era posible la gestión obrera eficiente. Generadora Córdoba se convirtió así en otro bastión de lucha para defender de los intereses privatistas el patrimonio de la Provincia y del pueblo de Córdoba.
En una fría y fatídica tarde de agosto de 1999, Serrano formaría parte de la lista fatal de víctimas en el vuelo trágico de la empresa LAPA, en Buenos Aires, que no alcanzó a despegar.