La ruta provincial 6 volvió a ser ayer escenario de un accidente de tránsito.
La historia parece repetirse hasta el cansancio buscando respuestas a los oídos sordos de los responsables del estado de abandono de la carpeta asfáltica en su peor tramo: Dalmacio Vélez-Hernando.
A 11 kilómetros del cruce de esta ruta con la nacional 158, en Dalmacio Vélez, rumbo a la capital nacional del maní (situada a 14 kilómetros del lugar del accidente), dos autos impactaron de frente cuando uno de ellos intentó sobrepasar la marcha de un camión sin percatarse de la proximidad de otro que venía de frente.
Y fue un verdadero milagro, pero los ocupantes de ambos resultaron, algunos, con heridas leves y, los restantes, ilesos.

Bonaerenses

Leonardo Gastón, de 38 años, regresaba de sus vacaciones en las serranías cordobesas junto a su familia: su esposa Graciela Castellano (38) y sus dos hijos varones, de 7 y 10 años, todos domiciliados en José Manuel 921, 1º A, de Buenos Aires, quienes viajaban en la Citroën Berlingo, verde metalizada, dominio EDJ 886.
En el otro vehículo, el Chevrolet Astra, gris plata, patente DVL 597, era guiado por Oscar Alluchó (74), a quien acompañaba el matrimonio integrado por Rogelio Serenelli (77) y María Luisa de Serenelli (74).
El último rodado mencionado provenía de San Nicolás, provincia de Buenos Aires, y se dirigía a Embalse, para concurrir a una fiesta de cumpleaños de un conocido vecino de esa ciudad que celebraba 80 años.

Al mediodía

Eran las 12.15 y, según los datos recogidos en el lugar, el Astra que se dirigía a Embalse intentó adelantarse a un camión, pero al abrirse para pasar se encontró con la Berlingo.
A pesar de que ambos conductores frenaron y trataron de esquivarse no pudieron evitar el impacto.
El Astra buscó la banquina opuesta, mientras el utilitario se cerró un poco, pero ambos impactaron en la parte frontal derecha.
El primero de los autos siniestrados terminó en la cuneta al costado de la ruta, en tanto que el Citroën quedó al borde de la calzada, separados unos 40 metros.
Si bien el impacto fue muy fuerte, por fortuna no hubo que lamentar víctimas fatales ni heridos de gravedad.
Sin embargo, Rogelio Serenelli (que viajaba adelante, en el asiento del acompañante) quedó atrapado dentro del Astra entre la butaca y el torpedo.
Los bomberos de Dalmacio Vélez debieron trabajar durante varios minutos para rescatar al hombre, en tanto que fue más fácil sacar del habitáculo a su esposa, apenas atascada en el asiento trasero posterior a su esposo, mientras el conductor sólo sufrió lesiones menores.
Por su parte, Graciela Castellano, acompañante en la Berlingo, sufrió traumatismo en una de sus piernas, aunque la médica que se encontraba en el lugar indicó que se encontraba "bien, a pesar de los golpes".
Tanto el matrimonio mayor como la mujer del utilitario fueron trasladados en ambulancias de los cuerpos de Bomberos de Hernando y de Dalmacio Vélez a centros asistenciales de aquella ciudad.

Panorama

Al acercarse al lugar, el llanto de un niño se impuso sobre las órdenes de bomberos, así como el ruido de los motores de algunos vehículos que pararon en el lugar del siniestro.
La imagen del menor de 7 años respondió al trauma posterior al accidente, sobre todo al observar a su madre sobre una camilla, a quien le colocaron un cuello ortopédico de protección.
Su padre, visiblemente ofuscado, apareció buscando respuestas a través del teléfono celular, al tiempo que miró una y otra vez el equipaje de la familia que volvía de vacaciones.
Más allá, el conductor del otro vehículo, con la cabeza y el rostro ensangrentado.
Sin embargo, la tragedia no ganó esta vez.
Aunque, a decir verdad, tuvo todas las condiciones para hacerlo.
Un policía, en tanto, se lamentó porque, si bien el estado de la ruta en esos metros no es el peor de los 25 kilómetros que separan a las dos localidades, los conductores deben dedicar un 70% de su atención a la carpeta asfáltica y, esto, puede originar una distracción que derive en la fatalidad.

Para destacar

Los Bomberos Voluntarios de Dalmacio Vélez volvieron a demostrar su vocación. Urgidos, los jóvenes servidores cruzaron corriendo cuadras de su pueblo para alistarse en el cuartel y asistir de inmediato a las personas siniestradas.
En pocos minutos llegaron al lugar con una ambulancia y una autobomba. Enseguida llegó otra ambulancia desde Hernando.
Los rescatistas saben el progresivo deterioro de la ruta provincial 6, concesionada al Ente Intercomunal del mismo nombre (con cuatro peajes), y los accidentes que puede ocasionar, sobre todo por tratarse de una vía turística.
Pero no sólo la carretera; también un policía intentó hacer lo que pudo mientras se quejaba en el lugar por no contar siquiera con balizas y radio. Inexplicable.