Sobre la Audiencia Pública
En el mediodía de esta jornada asistí al Concejo Deliberante para observar la Audiencia Pública convocada para tratar dos asuntos: uno el referido a la toma de fondos de una cantera de dinero que se conforma con aportes del municipio, según explicaron los concejales del oficialismo ante un requerimiento del presidente del Consejo Asesor Municipal, ingeniero Jorge Soria. El restante, al tratamiento del Balance municipal correspondiente a 2013. El Balance, según parece estimar el oficialismo, no amerita conocimiento por parte de la gente. Es decir que parece desarticular una de las consignas tan en boga, esa de “nacional y popular”. No se sintetiza para que el ciudadano tenga a mano una pintura que, aunque escasa, lo asome al resultado del manejo del dinero público sobre el que, es obvio, el gobierno debe obligarse todo lo que de imperio tienen la ley y las normas al respecto.
Debo confesar que sentí vergüenza ajena, cuando el oficialismo no supo o no quiso responder a algún requerimiento del presidente del Consejo Asesor, sobre la base de una materia concreta: el Balance ha merecido muchas objeciones de parte del Tribunal de Cuentas y, además, tampoco se hizo mención en el recinto acerca de un dictamen del auditor municipal respecto al mismo documento.
El Gobierno tiene la mayoría transitoria, por eso encabeza la administración municipal. Y han de ser los años de ejercicio; ciertas complicidades de oposiciones amañadas; una anomia llamativa de la comunidad y un plan comunicacional que es tan eficaz como perverso, lo que hace que no tenga ningún valor republicano la opinión, ajustada a derecho, de los tribunos de Cuentas de la oposición.
Es la confirmación de los criterios estalinistas de rancio perfume acerca de que la oposición es apenas un ejercicio permitido por el poder en curso; una concesión graciosa para beneplácito de la minoría. No se advierte que estamos a meses vista del final de un Gobierno cuya figura principal aspira a otros destinos; que están en formación nuevos planteos que podrían desalojar a los actuales habitantes del Palacio de Gobierno y que hay, al menos, una parte de la sociedad que se está asqueando rápidamente de que las consignas vacías de contenido la califiquen poco menos que de estúpida por pretender lo mínimo: que el manejo de los dineros públicos tenga la transparencia que el pueblo merece.
Pero hay una actitud idiota en este asunto: es privarse, el funcionario de turno, de la posibilidad de descansar a salvo de todo peligro, sometido a controles cruzados, a la luz pública. Salvo, claro está, que su salvaguarda esté pretendiendo escudarse en la trampa, la mentira sistémica y la manipulación de la ley. No es un buen mensaje. Y de nacional y popular, ni siquiera tiene el perfume.
Daniel Azcona,
candidato a presidente por lista de consenso.
Comité de circuito Villa María.
Unión Cívica Radical
Agradecimiento
En estos tiempos de individualismos y personalismos por los que estamos transitando, por intermedio de este prestigioso periódico quiero brevemente contarles a los lectores que no está todo mal y perdido, que las palabras amor al prójimo o próximo están a la orden del día y que no ha perdido valor, todo lo contrario.
Mi nombre es Berta Gallardo, tengo 68 años, soy pensionada de la Nación y, por ende, mi cobertura social es PAMI.
Algunas personas me conocen, muchas otras no; en estos últimos 40 días he tenido problemas de salud graves, de los cuales estoy en franca recuperación y mi necesidad más imperiosa es agradecer, desde lo más profundo de mi corazón.
En primera instancia a Dios y a sus hijos que les ha otorgado el don de ejercer su profesión; es por ello que deseo destacar la excelente atención que he recibido del Sanatorio Cruz Azul, a todos los médicos, enfermeras, personal de maestranza y a todas las personas que de alguna u otra forma me han ayudado a salir del difícil trance que tuve que pasar. Junto a Dios ellos han salvado mi vida; muerta estuve yo; así lo viví, literalmente.
Poder contar esta historia de vida es para mí una obligación, ya que soy una ferviente creyente de Dios y El no pone sobre nuestros hombros una carga que no podamos sobrellevar, porque a mi humilde entender, el Supremo no es sólo religión, sino algo mucho más importante; relación, relación entre todos los seres humanos que transitamos por este mundo, es por ello que El puso a todas estas personas capacitadas en mi camino, las cuales me han salvado mi vida.
Gracias a todos los amigos que se han ocupado de mí, brindándome su tiempo y plegarias.
Por último, agradecer a este prestigioso medio de comunicación la posibilidad que me da de expresar mis sentimientos, no se imaginan lo que significa para mí.
Mil gracias.
Berta Gallardo
DNI 5.422.314