Alrededor de las 11.30 de ayer, en el sector de atención odontológica dentro de la Asistencia Pública, cinco personas que aguardaban ser atendidas expresaron su malestar por el servicio público del que pretendían hacer uso.
La Asistencia inauguró hacer poco tiempo una mesa de entrada única para facilitar y organizar a los pacientes. Sin embargo, y llamativamente, todas las personas que ayer aguardaban en el lugar, más una que ya estaba siendo atendida, aseguraron tener turno a las 10. “Y, encima, la doctora llegó tarde”, agregó una mujer.
“Acá no se puede hacer una operación o una extracción por esa humedad que tiene el consultorio; me lo dijo el doctor hace 15 días”, reprochó Hugo González, quien aguardaba ser atendido mientras señalaba una gran mancha de humedad en una de las paredes de un consultorio.
“Faltan insumos, el tratamiento de conducto te lo hacen, pero a medias, porque lo tenés que terminar en otro lado y se supone que, si estamos acá, justamente es porque a otro lado no podemos ir”, planteó el hombre, que agregó: “Si venís con un problema, te mandan a ponerte una inyección o a tomar un medicamento y nada más”.
En el momento en que estas personas exponían sus planteos, por el lugar se acercó la subdirectora de la Asistencia Pública, Constanza Albertoni, quien inmediatamente intentó dar sus explicaciones.
“Puede ser que en ese momento haya pasado algo o faltado algo, pero arreglos se hacen, extracciones se hacen y tratamientos de conducto, también”, aseguró Albertoni.
La funcionaria explicó que “las prestaciones que acá se hacen son las que se han hecho siempre, que corresponde al primer nivel de atención, que significa cubrir todo lo que una persona requiere, pero hasta cierto punto, hay cosas que no se pueden realizar acá”.
A su vez, la propia odontóloga se acercó a la discusión para aclarar que “el tratamiento de conducto se hace siempre y cuando se considere realmente necesario y corresponda dentro de la atención primaria”.
“En caso de que no se pueda continuar con el tratamiento, el paciente debe dirigirse a un segundo nivel de atención, que sería el del Hospital Pasteur”, indicó Albertoni.
El vecino contó que había estado en el Pasteur y que le dijeron que la odontóloga está de vacaciones, por lo que ni siquiera están atendiendo. “Qué el Hospital no da respuestas, a eso ya lo sé, pero nosotros somos una institución municipal que no podemos hacernos cargo de eso”, respondió la subdirectora.
“Tiene razón el hombre”, asintió otra de las mujeres que esperaban ser atendidas. “Venimos a que nos atiendan, pero acá nunca sabés si te van a atender o te van a mirar y decirte que vayás a otro lado; hace más de una hora que esperamos, todos tenemos turno a la misma hora, ¿para qué dan turnos entonces? Nos vamos a terminar yendo”, criticó.
“Lo que menos queremos es saltar contra el personal, pero acá la gente viene con dolor y con problemas y están lejos de darte una solución”, manifestaron.
Pese a lo que indicaron las personas, Albertoni explicó que “la idea es facilitar y mejorar, buscamos que la gente tenga turnos programados y no tenga que venir a sentarse y esperar que la atiendan”.
Además, dijo que “creemos que la gente que se atiende en lugares públicos merece el mismo trato que en cualquier otro lado”, aunque reconoció que “podemos tener falencias, pero siempre intentamos dar respuestas”.
Sobre la falta de insumos que los vecinos plantearon, aseguró que “si no hay insumos, los buscamos de donde sea, pasa que nosotros comprábamos con el Plan Nacer y no hubo más ingresos, pero ahora se firmó un convenio del Plan Sumar entre Córdoba y la Nación y vamos a tener más fondos”.
En horas de la siesta, Hugo González se comunicó con EL DIARIO para contar que, luego de la discusión y “de esperar dos horas, no me quisieron atender, me dijeron que me medique, así que me voy a mi casa sin solución”.
