Con una audiencia conformada, en su mayoría, por dirigentes del radicalismo, los ediles aprobaron ayer que el Palacio Municipal lleve el nombre del exintendente, Miguel Angel Veglia, fallecido recientemente.
La sesión se llevó a cabo, anoche, en la sede del MuniCerca de barrio Roque Sáenz Peña y contó con la presencia del hermano del homenajeado Carlos Veglia.
La primera en tomar la palabra fue la edil de la UCR Nora Landart, quien hizo un repaso de las principales acciones de Veglia durante los doce años que estuvo al frente de la Intendencia local.
Landart puso énfasis en rescatar la política “social” del exjefe comunal en lo relacionado con la infancia, la juventud y los adultos mayores.
Al iniciar su oratoria, recordó que a Veglia le tocó “gobernar en tiempos difíciles” y lo definió como un “estadista y un visionario”.
Destacó que en su gestión (desde 1987 a 1999) Veglia impulsó cooperativas para enfrentar la desocupación y priorizó el rol del Estado.
Finalmente, agradeció al bloque oficialista por el acompañamiento del proyecto impulsado por su bancada y se refirió a Veglia como “un hombre respetuoso de la dignidad humana, trabajador incansable, íntegro y de fuertes convicciones”.
Seguidamente, tomó la palabra el presidente del cuerpo legislativo José Escamilla. “Es un honor para nosotros (los justicialistas) acompañar este proyecto”, comenzó señalando el titular del cuerpo.
Escamilla repasó los momentos claves de la compra del exPalace Hotel promovida por Veglia a poco tiempo de haberse sentado en el Sillón de Viñas.
Hizo memoria sobre los tiempos en que estudiaron juntos en La Fosa y las obras que Veglia llevó en conjunto con el vecinalismo.
El concejal peronista puso sobre el tapete anécdotas y habló sobre la movida del radicalismo y su partido para traer la Universidad Nacional a Villa María.
En la platea, reconocidos dirigentes del radicalismo siguieron los discursos en silencio, entre ellos el riocuartense Miguel Abella.
La concejala del bloque social cristiano Georgina Etchegaray pidió la palabra para hablar de la persona de Veglia al que definió con la frase: “Un gran amigo y colega”.
“Fue un hombre directo, claro, luchador, temperamental, polémico. Era un apasionado de la política”, señaló la abogada.
En su oratoria también recurrió a las anécdotas y destacó el apoyo que la familia le brindó al exintendente, “a pesar de no estar de acuerdo con la política”.
El último orador fue el legislador radical Carlos Gagliano.
“Cuando se escriba la historia de los 30 años de democracia la imagen de Veglia va a resultar trascendente”, manifestó.
En otro de los pasajes de su alocución en sala, Gagliano indicó que “Miguel era blanco o negro”.
“Era un hombre de acción”, definió. “Sus hijos y nietos pueden andar orgullosos, nadie podrá discutir la honorabilidad de Miguel”.
Tras la aprobación de la iniciativa, los presentes aplaudieron de pie la decisión legislativa.
También, los ediles designaron un pasaje del Roque Sáenz Peña con el nombre de Irineo Victori, un joven jockey fallecido a los 20 años en un accidente automovilístico.