La reunión que mantuvieron el pasado lunes por la noche la mayoría de los presidentes de clubes de la Liga Villamariense de fútbol, en búsqueda de un acuerdo para lo que será la asamblea el próximo 2 de agosto, terminó en discusiones y no tuvo una definición concreta.
Como sucedió en la asamblea anterior, ante un vacío legal que tienen los estatutos de la LVF -lo que motivó incluso la participación de Personería Jurídicas-, todavía no se sabe cómo finalizará la contienda si los dos firmes candidatos, Carlos Airaldi y Claudio Martínez, no llegan a cumplir con el número de votos requeridos.
Airaldi, al ir por la reelección, necesita alcanzar la mayoría calificada (los dos tercios), y Martínez debe llegar a la mayoría simple (la mitad más uno).
La situación ya se dio en la primera asamblea y no se resolvió; hubo un cuarto intermedio, la historia se repitió y finalmente todo pasó a manos de Inspección de Personería Jurídica, que mandó a realizar otra asamblea para resolver pura y exclusivamente la elección de presidente.
Según se barajó en un momento, parecía que los candidatos se iban a poner de acuerdo, pero no hubo forma.
Mientras, tanto Airaldi como Martínez fueron sumando o restando adeptos, aunque todo indica que los números todavía no dan.
El lunes, de común acuerdo, ninguno de los dos estuvo presente en la reunión de los presidentes, que intentaron destrabar la situación. Sin embargo, el debate fue tomando temperatura y, según pudo saber este matutino, se evidenció claramente la división entre unos y otros.
Los que apoyan la candidatura de Airaldi pidieron que la elección del 2 de agosto sea normal y, en caso que ninguno llegue a cumplir con lo que dicta el estatuto, se efectúe una “segunda vuelta” donde ambos puedan resolver por mayoría simple.
Enfrente, la postura es totalmente diferente, ya que algunos aducen que si Airaldi no llega a la mayoría calificada, automáticamente el otro candidato debe convertirse en presidente, siempre y cuando no aparezca otro candidato.
Por otra parte, anoche, al cierre de esta edición, se definía el formato del próximo Clausura, con la duda por la participación de Atlético Ticino y una chance reflotada de Unión Social para intervenir en la competencia.