Un grupo de padres de alumnos del tercer grado de la escuela General José de San Martín de La Laguna se comunicó con EL DIARIO para exponer la situación por la que, aseguran, están pasando sus hijos.

Según relató una de las madres, Jorgelina Altamirano, desde hace tiempo se dan episodios dentro de la institución que involucran a los propios niños y que, en un principio, incluía hechos de violencia, pero que, hace unos meses, comenzó a tornarse aún más preocupante, aseguraron.

“El problema empezó porque había chicos que pegaban, desde el año pasado ya, que es un hecho que, si se quiere, uno como padre lo puede llegar a tolerar, pero cuando empezaron a pasar otras cosas, ahí dijimos basta”, relató.

Cuando se refiere a “otras cosas”, detalla: “Ahora, hace unos meses, la cosa empezó a tornarse obscena, se bajan la ropa, le tocan la cola a los demás, muestran sus partes, y muchas cosas que ni te puedo nombrar, además de las barbaridades que les dicen a los otros chicos”.

Según afirmó esta mamá, esta situación ya lleva unos meses, y derivó en que varios padres decidieran no enviar a sus hijos a clases luego del retorno de las vacaciones.

“No son cosas lógicas para un chico de tercer grado que esté pasando eso entre compañeros, porque qué queda para cuando sean un poco más grandes, tenemos miedo de que esto termine muy mal”, planteó Altamirano.

La madre informó que las maestras solicitaron que se dividiera el curso con la intención de poder controlar mejor la situación, por lo que quedaron dos divisiones de unos 17 alumnos cada una, “pero es lo mismo, porque quedaron tres chicos de cada lado de los que hacen estas cosas”.

Con respecto al plateo que los padres realizaron a las maestras y autoridades de la institución, Altamirano explicó que “las maestras nos dijeron que se les hace difícil controlar lo que pasa porque muchas veces no los ven”, por lo que le solicitaron a Dirección “que vengan de Inspección, porque no tenemos respuestas de nadie”.

Por otra parte, también explicó que, en su momento, los padres cuyos alumnos sufren estas conductas intentaron dialogar con los padres de los niños apuntados, pero “con los padres no se puede hablar porque saltan con más violencia que los chicos, de hecho una mamá amenazó a otros padres”.

En ese sentido, también confió que este grupo de padres realizó una “exposición y denuncia en la Policía”, contra una mamá que “ingresó a un aula, cuando no estaba la docente, y amenazó a los chicos para que no acusaran a su hijo de cosas que no hacía”. “Creo que lo único que hicieron fue pintarle los dedos”, estimó Altamirano.

Además de Altamirano, los otros padres que adhieren a estos dichos y cuyos hijos, dicen, también padecen estas situaciones, son: Alejandra Barbatti, Mercedes Bolatti, Lucas Herrera, Jésica Chávez, Jorgelina Altamirano, Luciana Ruiz, María Inez Domínguez, Silvia Agatiello, Valeria Burgos, Valeria Pedernera y Gisela Durán.

 

“Estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance”

 

La directora de la institución, Liliana Bonis, reconoció la situación que expusieron los padres y aseguró que “estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance”. De todas formas, le bajó el tono a la denuncia: “Nadie vino con un revolver, nadie vino con una navaja, ni tengo niños que se drogan, lo que hacen son cosas de niños. Cosas que se pueden solucionar perfectamente”.

Con lo respecto a lo que desde la institución se está llevando adelante, una vez que se conoció la situación y que los padres manifestaron su descontento, la directora contó que “todo lo que está pasando está en conocimiento de la supervisora de la zona, Graciela Colla, quien automáticamente tomó cartas en el asunto cuando le comuniqué la situación”, contó, y detalló: “Ella se comunicó con el EPAE, que es un organismo que trabaja en Villa María que trabaja para atender todo este tipo de problemáticas”.

Además, contó también que “estamos luchando para que se forme un gabinete psicopedagógico, con asistente social y psicopedagogas; ya tenemos el proyecto armado, se lo presentamos a la Municipalidad y a la cooperativa para que nos solventen los gastos, y es probable que dentro de poco ya lo tengamos”.

Bonis confió también que “hasta hablé con el intendente para que uno de esos chicos pueda asistir a una psicóloga, que se la paga el intendente, pero la mamá no lo está mandando”. “¿Te parece que no hacemos nada?”, increpó.

“Lo que pasa es que esos padres esperan que nosotros separemos o expulsemos a esos chicos de la escuela, que es algo que yo no voy a hacer porque, al contrario, lo que tenemos que tratar es de incluirlos”, manifestó la directora que, a su vez, contó que “se trata de chicos que tienen distintos tipos de problemas con sus padres”.