Jorge Orellano, el policía retirado que, pese a salir de la cárcel, está sindicado como principal sospechoso por la desaparición de Mariela Bortot en Inriville, reiteró una vez más que no tiene nada ver con lo sucedido, al tiempo que aseguró que “rezo para que Mariela aparezca”, según lo expresó a distintos medios de prensa.
Orellano fue detenido el 6 de febrero pasado, es decir, doce días después de ocurrida la desaparición de la mujer de 40 años, sin que hasta el momento se tengan noticias sobre su paradero.
El jueves pasado, tras permanecer detenido durante 168 días, la Justicia dispuso otorgarle la libertad por “falta de mérito” y el único acusado retornó a Inriville durante la noche, aunque continúa involucrado en la causa.
Un “perejil”
El expolicía, en comparación con el crimen de Nora Dalmasso en Río Cuarto, dijo ser un “enorme perejil”.
“Lo dije siempre desde mi encierro, desde el primer día, soy totalmente inocente”, expresó Orellano, quien dijo que conocía a Bortot sólo porque Inriville “es un pueblo chico y nos conocemos todos”, pero “no tenía ningún tipo de relación” con la mujer.
Asimismo, señaló que no se puede explicar que esté involucrado en el episodio: “Nunca entendí esto”, al mismo tiempo que dijo desconocer que había una mancha de sangre en el baúl del auto que manejaba (vestigio que los peritos descartaron que perteneciera a la mujer).
De todas maneras, el expolicía se excusó de dar más detalles por las restricciones judiciales que pesan sobre él.
El recientemente liberado, tras permanecer varios meses en la cárcel de Bouwer, dijo que cree en la Justicia y, a modo de mensaje para la familia de la mujer desaparecida expresó: “Es una pena por ella” y “estoy con ellos” (los familiares).
“Me pegaron”
Orellano explicó que, cuando se produjo el hecho “cumplía tareas de seguridad y mandados”, al punto que también le llevaba mercadería a los empleados del campo del intendente de Inriville.
A renglón seguido describió, ante el requerimiento de Panorama Telered, como fue su arresto: “Me detienen en Inriville y me llevan a Monte Buey, donde me golpearon. Me pegaron con los puños entre cinco y seis personas que eran policías”
También denunció que lo amenazaron con golpear a su hijo de 27 años, que es parcial invidente, y con abusar de mi hija.
Apuntó que, cuando lo llevaron a Monte Buey y lo trajeron de vuelta, “me golpearon un poco” al detenerse el móvil policial en el puente sobre el río Saladillo.
De todas maneras, negó que le hayan introducido la cabeza en el interior de las aguas del mencionado río, como había trascendido al principio.
La fianza
Orellano es jubilado de la Policía y “cobro ocho mil pesos”, por lo que sobrevive “con la ayuda de gente amiga y familiares”, a la vez que, “cuando estaba en actividad hacía adicionales y trabajaba en el campo”, con lo que “podía solventar los (gastos) por los problemas de salud de mi esposa”.
Al respecto, precisó que la fianza “fue absorbida por mi asesor junto a un familiar”, aunque aclaró que “no se puso dinero, sólo una firma”, pero, “en caso de cumplir con lo que me determinó el juez de Control, esta fianza debe ser pagada”.
Prescripciones
El expolicía señaló que, entre los requisitos que le impuso el juez, está el de “no acercarme tantas cuadras (a la vivienda) de sus familiares (los de Mariela Bortot)”, como así también “no ausentarme de Inriville y no brindar explicaciones de la causa a los familiares que recibe en mi casa”.
En tal sentido, prometió ante las cámaras de Telered que “voy a cumplir esto como se debe”, a la vez que adelantó que, “por un tiempo, sólo pienso estar en mi casa y disfrutar de mi familia”.
“Hoy la prioridad número uno son mis hijos, ya que mi vida fue muy dura”, a la vez que reiteró que va a cumplir “a rajatabla lo que se me impuso”, porque “estoy tranquilo y creo en Dios y en la Justicia”.