Las caras de alegría y las lágrimas de emoción fueron los denominadores comunes durante los festejos por el campeonato alcanzado, luego de mucho tiempo sin festejos, por Talleres de Eturia.
Uno de los más emocionados fue su entrenador, Daniel Semprini, un hombre de la casa que luego de muchos años tuvo su oportunidad para armar el plantel, en busca de pelear cosas importantes, y terminó llevando a “La gata blanca” hasta lo más alto de la Liga Béccar Varela.
“Cachi”, como lo llama todo el pueblo de la “T” fue sincero al afirmar que “era una final muy difícil. Sabíamos lo que era Olimpo y nosotros no queríamos dejar pasar este tren, que pasaba después de 37 años”.
“Dejamos el alma dentro de la cancha. Esto es algo muy grande para los jugadores y para los dirigentes, que me dieron todo para llegar a esto. Estos jugadores tienen coraje, temple y una personalidad enorme”, amplió.
Por otra parte analizó que “a esto no lo voy a descubrir yo, pero en esta liga el equipo que no se equivoca a la hora de reforzarse termina llegando arriba”.
“A los jugadores que vinieron de la Liga Villamariense yo los conocía. Han jugado finales del Torneo Provincial, han ganado campeonatos. Tienen mucha experiencia y personalidad, algo que en esta final han demostrado perfectamente”, afirmó.
Finalmente, sobre el goleador de la final, recordó que “este es el primer año que Nicolás Semprini juega de delantero. Antes lo hacía de lateral o de volante y este campeonato hablé con él para proponerle el desafío de ser atacante, porque es un jugador muy rápido”.
“Como a todo delantero joven todavía le faltan cosas, porque es un poco porfiado, pero mientras me siga porfiando y haga los goles que hace , lo voy a seguir bancando”, bromeó.
Palabra de capitán
Uno de los líderes que tuvo Talleres dentro y fuera de la cancha fue su capitán Luciano Luppo, ex-Colón de Arroyo Cabral, quien agradeció “haber tenido la oportunidad de conocer una liga nueva para mí, en lo que significó un desafío personal muy grande para seguir creciendo como jugador y también como persona”.
“En Talleres me encontré con gente muy buena y humilde que quería ser protagonista y gracias a Dios se nos dio este campeonato”, sostuvo.
A la vez analizó que la de ayer “fue una final muy dura. Todas las veces que habíamos jugado con Olimpo durante este campeonato no nos pudimos sacar ventajas”.
“Sabíamos que iba a ser un rival muy duro de mitad de cancha para arriba, pero creo que fuimos muy fuertes mentalmente y tuvimos un poco la suerte que siempre se necesita”, concluyó.
Goleador emocionado
Considerablemente feliz por su actuación y por el título de campeón, el joven goleador Nicolás Semprini no pudo expresar con muchas palabras sus sensaciones durante los festejos.
Solamente alcanzó a confesar que sentía “una alegría inmensa, porque la primera vez que llego a una final la termino ganando con dos goles míos”.
“Yo sólo tuve que empujar la pelota, porque mis compañeros hicieron todo lo demás. Se lo dedico a ellos y a toda mi familia, ahora sólo quiero festejar”, indicó.