La esclerosis múltiple, que en Argentina afecta en forma discapacitante y crónica a unas 8 mil personas, tendrá una nueva opción de tratamiento en el país tras comprobarse a nivel mundial su impacto positivo en las tasas de recaída y progresión de la discapacidad que causa esta enfermedad, afirmaron especialistas.
En la esclerosis múltiple (EM), el sistema inmune, que habitualmente protege al organismo de las infecciones, está desbalanceado, por lo que equivocadamente ataca a componentes del sistema nervioso, provocando lesiones en el cerebro y la médula espinal que causan secuelas y discapacidad neurológica.
La terapia aprobada recientemente por la Administración Nacional de Alimentos, Medicamentos y Tecnología Médica (ANMAT) consiste en suministrar por vía intravenosa alemtuzumab, un medicamento que consiguió la aprobación también en Europa, Australia, Canadá, México, Brasil y Guatemala, tras un estudio en el que participaron cerca de 1500 pacientes desde 2007.
"Los pacientes tratados con esta droga consiguieron reducir en un 74% sus recaídas y mostraron una reducción del 70% de la discapacidad física respecto de los tratados con medicamentos convencionales", precisó Edgardo Cristiano, jefe del servicio de Neurología del Hospital Italiano y miembro del comité médico asesor de Esclerosis Múltiple Argentina (EMA).
El especialista señaló que "hasta ahora no hay medicamentos que curen la enfermedad", pero sostuvo que "este anticuerpo monoclonal, que actúa selectivamente sobre los glóbulos blancos del sistema nervioso central, tuvo un efecto reparador sobre los pacientes, quienes no sólo no aumentaron su discapacidad sino que mejoraron la que tenían previamente".
La terapia se distingue, además, por su novedosa forma de dosificación que consiste en un cronograma de administración de dos sesiones: la primera, por infusión intravenosa en cinco días consecutivos y la segunda, en tres días consecutivos 12 meses después.
El estudio demostró la eficacia y potencia del medicamento a través de dos grupos de pacientes de EM: uno integrado por quienes tenían diagnóstico de la enfermedad y nunca se habían tratado. El otro está formado por pacientes que sí lo habían hecho.
Además, el ensayo comparó al Alemtuzumab y a un fármaco convencional en el tratamiento de la EM, que se llama Interferón, y se verificó que el primero logró ser más eficaz para determinados pacientes.
"El mayor avance de la ciencia es lograr con cada vez más precisión aplicar el mejor medicamento para cada paciente, lo que hace que el alemtuzumab pueda ser la mejor opción; pero para algunos pacientes, no para todos".