Conseguir una garrafa de gas se torna a diario en una hazaña para muchos villanovenses. Largas colas de espera, varias horas a la intemperie y muchas veces el irse con las manos vacías caracterizan la escena que se repite de lunes a viernes frente a las instalaciones de Gas Villa Nueva, en calle Buenos Aires.
En este lugar se expenden dos tipos de garrafas: la de diez kilos, que cuesta 16 pesos y la de 15 kilos, que sale 25 pesos.
Miguel Angel de la Iglesia, el dueño, aseguró ayer a EL DIARIO que entrega entre 70 y 100 garrafas por día. Sin embargo, todos los testimonios recogidos allí por este cronista lo desmintieron.
La decena de consultados aseguraron que no dan más de treinta cada jornada. La mayoría cree que el resto es comercializado a negocios para obtener mayores ganancias.
Los vecinos contaron que llegan todos los días a partir de las 11.30 para poder conseguir número. Luego hacen cola a la espera del camión expendedor, que según el dueño llega desde Córdoba. Suele estar a las 14.30 y a veces más allá de las 16. Es decir, muchos pasan la siesta aquí desconociendo si podrán irse con lo que vinieron a buscar y que necesitan imperiosamente, más en estos días de frío polar.
"Todos los días me insultan los que se quedan sin", confió de la Iglesia, pero aseveró que no puede hacer nada: “Yo doy lo que recibo".
La duración de la garrafa depende del uso y de la cantidad de miembros de la familia. Quienes tienen hijos hicieron hincapié en el problema que se les suscita en estas jornadas de bajísimas temperaturas. Un hombre que vive solo recalcó que a él le suele alcanzar para 25 días. Una señora, por lo contrario, contó que como hace prepizzas y tartas para vender le dura poco.
Todos remarcaron que conseguirla en otro lugar significa un golpe al bolsillo, porque es mucho más cara.
El pasar por aquí durante el mediodía y la siesta denota cuánta gente aún padece la ausencia de este servicio básico en la localidad.
Es distribuidor exclusivo de la zona
Miguel De la Iglesia confirmó a EL DIARIO que ha crecido la demanda de garrafa de gas. “La cantidad de gente que viene a comprar ha ido en ascenso”, aseguró ante la consulta periodística.
El hombre, que dialogó con este matutino en la vereda de su local de calle Buenos Aires, resaltó que este es el único lugar de la ciudad en que se expende tanta cantidad de garrafas, que son de Shell.
Y se mostró molesto por las críticas.
También subrayó que entrega una por persona, “pero a veces vienen cuatro o cinco personas juntas y yo no sé si son del mismo grupo o qué y les tengo que dar una a cada uno, es algo que no puedo manejar”.
Según se lee en la pared del local, este es el distribuidor exclusivo de Shell en la zona y atiende de lunes a viernes de 8 a 12 y de 17 a 19, aunque en la práctica esos horarios se ven alterados.