Los cruces de versiones acerca de si el municipio rescindió o no el contrato a la empresa de Angel Luis Franceschina, sumaron ayer un nuevo capítulo luego que los tribunos de cuentas, José Naselli y Gustavo Maristany, volvieron a rechazar la efectivización de una orden de pago por 940.290,04 pesos, a favor del Instituto Municipal de la Vivienda (IMV) para el Programa Federal de mejoramiento de viviendas “Mejor Vivir”.
En esta oportunidad, los vocales además de reiterar los argumentos que motivaron su primera negativa ante el caso (consideraron como jurídicamente aberrante y lógicamente absurdo que el contratista pueda ceder sus derechos al IMV siendo que la comuna había anunciado la ruptura de vínculos con la firma constructora), brindaron más detalles de la que consideran como una irregular situación.
“El 22 de septiembre de 2013, el servicio de prensa del municipio remitió a los medios de información locales que el 17 de septiembre se había rescindido el contrato con Franceschina. Estos tribunos procedieron a solicitar las copias del instrumento jurídico correspondiente”, indicaron.
“El 9 de octubre la contadora Rosana Suescum, nos comunica que acompañaba ‘…las copias de la rescisión de los contratos (sic) de la obra “Mejor Vivir’. El 10 de octubre solicitamos la intervención del intendente, para acceder a las copias anunciadas pero nunca remitidas”, advirtieron Naselli y Maristany antes de enfatizar que: “El intendente jamás se dignó contestar la petición formulada”.
“Nueve meses después de operada la rescisión notificada por la contadora Suescum, resulta que (según la óptica de Accastello, quien ignoró nuestros pedidos de informe), algo tan grave, tan trascendente, se convierte en simples y banales ‘…cuestiones tales como anuncios públicos, manifestaciones verbales, etcétera, que carecen de toda eficacia jurídica y no hacen a la cuestión…’ (extracto textual del sexto párrafo de la nota de insistencia redactada por el mandatario)”, manifestaron los referentes de la oposición en el Tribunal.
“Esta dualidad en el discurso de Accastello, nos lleva al siguiente dilema: si la rescisión operada luego fue desistida (obviamente, entre bambalinas, clandestinamente) estamos frente a un caso de acuerdos reservados y corrompidos con el agravante de que se nos ocultaron los respaldos físicos (documentación) oportunamente labrada”, anexaron.
“Si nunca hubo rescisión, entonces estamos frente a un acto deliberado de engaño colectivo, de la cual el mismo intendente es el primer responsable (según el inciso 1 del artículo 127 de la Carta Orgánica Municipal) y al mismo tiempo partícipe, cuando omitió contestar nuestra respetuosa nota del 10 de octubre de 2013”, acotaron.
“Resulta entonces paradójico, incomprensible, que un intendente que viola en forma consuetudinaria sus obligaciones, omitiendo responder los pedidos de informe de los tribunos, y que ni siquiera desmiente la información proveniente de sus propias oficinas, luego alegue que la rescisión por él mismo informada a través de sus servicios de prensa, en realidad nunca se habría operado”, resaltaron los tribunos para luego concluir: “A esta altura de lo expuesto sobran las palabras”.