El camarista René Gandarillas le impuso ayer una condena de ocho años de prisión de cumplimiento efectivo a un ciudadano peruano que fue juzgado por la violación reiterada de una menor de su entorno familiar, en la vivienda que ocupaba en calle Sucre al 2700, en barrio Felipe Botta de Villa María.
Se trata de José Santos Mendoza Vidarte, de 43 años de edad, quien fue declarado autor responsable de “abuso sexual con acceso carnal agravado reiterado”, por una serie de hechos cometidos durante 2009 y 2010, en fechas no precisadas, que tuvieron como víctima a una niña que por entonces tenía 9 y 10 años.
Absoluciones
En su veredicto, el juez Gandarillas absolvió a Mendoza Vidarte por otros dos hechos de violación denunciados por su esposa (de la que se encuentra separado) y un “abuso sexual simple” que se le atribuía por supuestos manoseos a una segunda menor, también integrante de su entorno familiar.
Cabe recordar que el jueves, al pronunciar sus alegatos, el fiscal Francisco Márquez había solicitado una pena de 15 años de prisión por considerar que el acusado había perpetrado todos los abusos que se le atribuían, mientras que los abogados Luis y Lisandro Caronni (padre e hijo) reclamaron la absolución de su cliente.
Ultima palabra
En la víspera, al reanudarse el debate, el presidente del tribunal le concedió la posibilidad de expresarse antes de pasar a deliberar para dictar sentencia, en lo que se conoce como “última palabra”, y entre otros conceptos Mendoza Vidarte señaló: “Dios sabe que soy inocente”.
Finalmente, fue la secretaria Marcela Mattalía quien dio lectura a la parte resolutiva de la sentencia, medida procesal que se realizó en audiencia pública, ya que todo el juicio se realizó a puertas cerradas por tratarse de hechos de instancia privada.
El marco legal
Al quedar sin efecto dos de las tres imputaciones, la condena aplicada fue sensiblemente inferior a la requerida por el Ministerio Público.
Sobre este punto, cabe señalar que el tercer párrafo del artículo 119 del Código Penal de la Nación establece una sanción “de ocho a 20 años de prisión (…) si el hecho fuere cometido por ascendiente, descendiente, afín en línea recta, hermano, tutor, curador, ministro de algún culto reconocido o no, encargado de la educación o de la guarda”.
En definitiva, Mendoza Vidarte recibió el mínimo de la pena prevista por la legislación vigente, principalmente por tratarse de un convicto primario que carecía de antecedentes penales.
Esta circunstancia le permitirá, en principio, solicitar la “libertad condicional” cuando alcance las dos terceras partes de la condena (es decir, al cumplir cinco años y cuatro meses entre rejas), a principios de diciembre de 2017.
No obstante, eso no implica que vaya a ser excarcelado en forma automática y sin más trámite. Por el contrario, en la mayoría de los casos de abuso sexual la Justicia es mucho más estricta y rigurosa al momento de evaluar si el condenado está en condiciones de reinsertarse socialmente, más allá de que observe buena conducta durante todo el período de detención y apruebe una pericia psicológica.
Justo dos años
José Mendoza Vidarte, nacido el 5 de enero de 1971 en Santa Cruz, provincia de Cajamarca, República de Perú, se encuentra en la cárcel desde el 1 de agosto de 2012, por lo que fue sentenciado exactamente dos años después de haber sido detenido.
Llegó a esta ciudad hace aproximadamente 16 años y al poco tiempo se casó con una villamariense, con la que tuvo cuatro hijos (tres nenas y un varón). En el ámbito laboral, abrió una pizzería en calle Juan Müller 526, llamada “Achiote”, la que cerró sus puertas inmediatamente después de que Mendoza Vidarte fue encarcelado por estos hechos.
Dos exempleadas de dicho negocio, del mismo modo que otras 10 personas, comparecieron como testigos en este juicio oral que se inició a comienzos de la semana pasada en la sala ubicada en el quinto piso de los Tribunales locales.
Habrá casación
En diálogo con EL DIARIO, el abogado Luis Caronni adelantó que “es muy probable que interpongamos un recurso de casación, pero para ello vamos a esperar a conocer los fundamentos de la sentencia”, que se dará a conocer el próximo 15 de agosto.
El letrado villamariense dijo además que, antes de pronunciar su alegato, “planteamos un incidente de nulidad con respecto a la Cámara Gesell que le realizaron a una de las menores, por haberse violado el principio de defensa ya que no estaba presente la asesora letrada, que en ese momento defendía a nuestro cliente”.
Foto 2: Una hermana del peruano estuvo en la sala y lloró cuando se enteró del veredicto condenatorio. Aquí, junto a Luis Caronni