Desde hace ocho años, la Seccional Villa María de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (Uthgra) es presidida por Ramón Fernando Gómez.
Trabajó como mozo desde la adolescencia y recordó su trayectoria laboral de Margut, Toluca y otros bares y confiterías de Villa María.
Hoy, en tanto, es el secretario general de un gremio que, en la seccional, cuenta con “unos 2.200 afiliados que trabajan en blanco, a los que hay que agregarles alrededor de mil que aún siguen en negro”.
Al respecto, calificó como “lamentable” la situación de los trabajadores gastronómicos porque, si bien reconoció que “hay algunos patrones que son muy buenas personas, también existen otros que no consideran a su empleado como una persona”.
Por eso, el ejercicio de un sindicalista, en el caso de los trabajadores gastronómicos, también alcanza un carácter docente, al punto que aún es necesario informarle a quienes se desempeñan como mozos que tienen derechos que deben ser respetados, como es el caso de las vacaciones pagas, la jornada de trabajo de ocho horas, el descanso semanal de un día y medio, etcétera.
Uno de los factores que influyen negativamente en la relación laboral “son las ciudades o localidades donde trabajamos”.
“En una ciudad grande la relación es distinta porque allí no te conoce nadie; en cambio, en una ciudad como Villa María la situación cambia porque existe una relación más cercana, nos conocemos todos y es allí donde algunos (empleadores) se aprovechan y no respetan los derechos de los trabajadores”, explicó Gómez.
El dirigente de los gastronómicos, por otro lado, definió el lugar de trabajo de los mozos como “una cárcel sin rejas”, en alusión a que los bares y restaurantes “tienen que abrir todos los días”, por lo cual “el dueño no siempre respeta a su trabajador y lo hace trabajar en días que son para su descanso”.
En este sentido, precisó que el jornal del trabajador gastronómico es de ocho horas y que le corresponde semanalmente un descanso de un día y medio. “Estos derechos y otros, en algunos casos todavía no se tienen en cuenta o no se cumplen, lo que afecta a la persona del trabajador”.
En otro pasaje de la conversación con EL DIARIO, Gómez reivindicó “a aquel mozo de camisa blanca, con moño y pantalón negro”, porque “un mozo no se puede olvidar que está prestando un servicio”.
En tal sentido, consideró que “la gente más joven (que se incorpora como trabajador gastronómico) debe aprender e ir a la escuela”.
“Por ejemplo, le tenemos que decir a nuestros afiliados que es necesario que los feriados que se trabajen sean pagados como corresponde y se registren en el recibo”, señaló el dirigente.
Asimismo, reconoció que aún existe discriminación con el empleado gastronómico, situación “que viene desde hace muchos años”.
El titular de Uthgra - Villa María pidió a todos los trabajadores que sigan acompañando al gremio y tengan en cuenta todos los beneficios que les brinda.
En tal sentido, dio cuenta que además de la defensa de los derechos del trabajador, el sindicato también realiza anualmente la entrega de útiles escolares, el ajuar al recién nacido, juguetes en el Día del Niño, la posibilidad de disfrutar de la pileta durante el verano mediante convenios con otras instituciones, la entrega de la canasta navideña, turismo social y hotelería en Mar del Plata y Los Cocos, seguro de vida, obra social, vacunación antigripal gratuita, descuentos en medicamentos, etcétera.
Gómez expresó su saludo a todos los trabajadores gastronómicos al celebrarse hoy su día y reiteró lo importante que es para los afiliados mantenerse unidos.