Escribe: Juan Manuel Gorno

Alumni no sólo se quedó anoche con la desazón del triunfo que no fue. También demostró que, a la hora de pelear la clasificación, todavía no alcanzó la madurez e inteligencia de saber cómo controlar los momentos favorables de un partido, algo que Desamparados aprovechó para igualar 3 a 3 en Plaza Ocampo.
El resultado, más allá de lograrse contra el puntero y siempre buen equipo sanjuanino, dejó un sabor amargo porque el conjunto villamariense siempre estuvo arriba en el marcador y no supo conservar una ventaja que la gente disfrutaba en las tribunas, bajo la lluvia.
Es cierto que vale sacarse el sombrero ante la personalidad del visitante, que nunca vio hecho trizas su negocio, pero también conviene apuntar que Alumni cometió errores defensivos difíciles de digerir en estas circunstancias.
La emotividad del encuentro fue lo mejor de la noche porque hubo tres goles en cada etapa.

Presión y oportunismo

De arranque nomás, el equipo de Marcelo Bonetto trató de ahogar la salida rival con presión de sus volantes y eso le dio presencia en los metros finales, a punto tal que, a los 7 minutos, un defensor, Hugo Yocca, estuvo muy cerca de marcar en jugada libre que se gestó por pelotazo cruzado de Alexander Lucero y terminó con el tiro del santiagueño reventando el palo.
Sin embargo, el equipo visitante sacó a relucir su patente de líder y respondió a esa presión con un interesante circuito de juego en zona ofensiva que tuvo como base la movilidad y sapiencia de Silvio Molina.
Esa respuesta también tuvo un tiro en el palo desde los pies de Héctor Arrigo y posteriormente Molina envió la pelota por encima del travesaño.
Las dos acciones fueron presagio de partidazo, sobre todo porque tanto Lucero, en Alumni, como el propio Molina, en Desamparados, se transformaron en elementos indescifrables para los rivales.
El delantero fortinero sirvió bastante para la apertura del marcador, ya que se escapó con velocidad por la izquierda y dejó a su marcador atrás para habilitar por el primer palo a Facundo Basualdo, quien se anticipó con un toque y puso el 1 a 0.
Molina, en tanto, llevó la bandera del toque preciso que alimentó la esperanza del visitante y, a los 26 minutos, saltó a cabecear una pelota que finalmente rozó en Diego Villagra y descolocó a Julio Chiarini. Fue el empate.
Con las cosas igualadas, Alumni tardó en reacomodarse en la zona media, donde Ariel Quiroga siempre estuvo encimado y los volantes laterales, Juan Aimar y Matías Bolatti, no fueron solución.
Así, Desamparados tuvo un repunte en su juego, se manejó mejor y provocó una situación clara que Arrigo desperdició, apareciendo por derecha para pegarle mordida y desviada.
De todas maneras, en esa propuesta de querer depositar el dominio en campo contrario, Desamparados tuvo un yerro individual cuando Jorge Chica no cabeceó bien un saque largo y la pelota le quedó a Basualdo, quien fue pura efectividad.
El atacante la aguantó, se escapó por el medio y definió cruzado para darle cierta tranquilidad al equipo villamariense, a los 38 minutos.

Se le escapó

Después seguramente hubo lavado de cabeza en el vestuario porque el equipo villamariense trató de no regalar la pelota en el arranque del complemento como lo hizo promediando el primer tiempo.
Eso trajo sus frutos: a los 5', bajaron a Lucero cerca del área y el tiro libre fue propicio para Sebastián Godoy, quien sacó un "cross" de derecha y la violencia del impacto traspasó la barrera, venció las manos del arquero Pelayes y significó el tercer gol villamariense, nada menos.
Semejante entusiasmo no dio tiempo para reubicar piezas ni encontrar calma, ya que segundos después, otro remate violento -pero en jugada y de Chica- reventó el palo de Chiarini y Arrigo capturó el rebote para descontar, ante la poca resistencia del fondo local.
No fue sorpresa, al contrario. El partido comenzó y se desarrolló con el "tome y traiga" permanente, por eso Desamparados volvía a tener ilusiones, aprovechando que Alumni tampoco quería ceder terreno. De hecho, el arquero Pelayes debió salvar dos veces la cuarta caída de su valla frente a Godoy y Lucero. Y por eso el visitante logró el empate, cuando Córdoba tomó un despeje de Yocca (que había sufrido una falta y el árbitro no vio) y envió el centro cruzado. Por detrás de todos, Caler intentó despejar y otra vez la desgracia, el gol en contra.
De ahí en más, Desamparados fue otro. Se tiró atrás para cuidar el empate y cubrió espacios, mientras Alumni fue al frente con sacrificio. No le alcanzó.

La figura

Alexander Lucero fue siempre una pesadilla para la defensa de Desamparados. Dio dos asistencias muy claras y generó la falta que derivó en el tercer tanto del equipo villamariense. Facundo Basualdo también se lució, desbordó siempre y marcó dos goles, que no es poco. En el equipo visitante, muy bien Silvio Molina, más que nada en el primer tiempo.

El árbitro

El rosarino Rubén González no vio la falta sobre Yocca previo al tercer gol de Desamparados. Sobre el final, pareció que hubo penal ante Walter Estrada y el juez tampoco la vio o no quiso ver. En el resto, poco por reprochar.

Síntesis del partido

ALUMNI .......... 3
Chiarini 5
Yocca 4
Carabajal 5
Caler 5
Villagra 5
Bolatti 5
Quiroga 5
Godoy 6
Aimar 5
Basualdo 7
Lucero 7
DT: Marcelo Bonetto

DESAMPARADOS .......... 3
Pelayes 5
L. Ceballos 4
Gómez 5
Sosa 5
Díaz 5
Garrido 5
Chica 6
Córdoba 5
Molina 7
Núñez 5
Arrigo 6
DT: Mauricio Magistretti

Goles: 20m PT Basualdo (A), 26m PT Villagra, en contra (D), 38m PT Basualdo (A), 5m ST Godoy (A), 6m ST Arrigo (D), 15m ST Caler, en contra (D).
Cambios: 18m ST Peñaloza x Yocca (A), 27m ST Campos x Chica (D), 28m ST Estrada x Godoy (A), Salinas x Garrido (D), Antonino x Bolatti (A), Santiago Ceballos x Núñez (D).
Amonestados: Sosa, Córdoba, Gómez, Santiago Ceballos (D), Yocca, Godoy, Peñaloza (A).
Jugado en: Plaza Ocampo.
Arbitro: Rubén González (Rosario).
Público: 3.600 personas, aproximadamente.