En la Municipalidad de Villa María conviven casi 400 trabajadores de planta que gozan de los derechos laborales establecidos por ley para los empleados públicos, con 264 contratados y 370 “facturantes”, número que cambia mes a mes.
La cifra precisa no se había dado a conocer antes, sino que era motivo de discusiones políticas.
Tanto el Sindicato Unico de Obreros y Empleados Municipales (SUOEM) como la Unión de Trabajadores del Estado Municipal (UTEM) se manifestaron en contra de esta situación por el sencillo principio de que en un mismo ámbito laboral hay dos personas realizando las mismas tareas, pero que gozan de diferentes derechos y cobran distinto salario. Un ejemplo de ello es que este mes los municipales percibieron el incremento del 10% acordado con el gremio, pero los facturantes no.
Rubén Quevedo, titular del SUOEM había adelantado un porcentaje, cuestionando que “más de la mitad” de los trabajadores de la Municipalidad de Villa María está precarizado.
Jesús Chirino, titular de UTEM, comenzó a hacer un relevamiento área por área para conocer cuántos son los facturantes y contratados. Tras informar las primeras cifras, el intendente Eduardo Accastello respondió que “no es tan así”.
Frente a ese debate, EL DIARIO accedió a la información que da cuenta fehacientemente de la cantidad de trabajadores que no están en planta.
En el caso de los contratados, que, como adelantamos son 264, se trata de empleados que no tienen estabilidad, dado que los contratos son por un tiempo determinado.
También hay que señalar que tienen más horas de jornada laboral y cobran menos que un par que esté en planta.
La mayoría se presentó a concurso para “quedar”, pero es un mínimo porcentaje el que pasó. El último decreto firmado por el intendente permitió el pase a 10 personas, de las cuales, dos tienen actividades de funcionarias.
“Facturantes”
Pero el peor caso es el de los monotributistas que facturan sus servicios a la comuna local. Esa figura, pensada para los que realizan tareas eventuales como, por ejemplo, un contador a quien se le encarga un balance, ha sido utilizada para no incorporar a personas que se desempeñan en tareas de mantenimiento, en la atención telefónica o profesionales que sostienen distintos servicios que presta la Municipalidad. Es decir, realizan tareas no eventuales, cumplen un horario, reciben órdenes, pero en los papeles, no son empleados, sino prestadores de servicio.
Tal el caso de Carina Bianco, trabajadora del Hogar de Ancianos, que cumple funciones permanentes en el lugar, pero que figura como “monotributista”. Ella fue víctima leve del incendio que se produjo en julio en el lugar, donde murió Norberto Matías López, un residente del Hogar.
Si bien es posible que tengan consideración con ella, por ley no le correspondería licencia para recuperarse de las quemaduras.
Este hecho, puntual, revela que el tema no está en la agenda del Gobierno local, pero tampoco de los opositores, porque en los pedidos de informes y cuestionamientos a los funcionarios del área para saber por qué se originó el incendio y quién es el responsable, ninguno preguntó por Carina Bianco.