Once pequeños productores que se desempeñan en distintas ramas agropecuarias, en la localidad de Las Acequias, en nuestra provincia de Córdoba, decidieron envolverse en la bandera multicolor de la economía social.
¿A qué se dedican concretamente? Bien, elaboran bondiolas, chorizos, salamines y morcillas y buscaban llevarlos a los consumidores sin intermediarios.
Desde que tomaron la decisión de ser todos para uno y uno para todos, desde la cría de los porcinos hasta las góndolas, la cadena productiva está en sus manos.
“Saltamos varios escalones. Tenemos asegurados nuestros cerdos, los vamos a faenar. Directamente ahora tenemos que pensar en el consumidor. Pensamos desde que nace el lechón hasta la llegada a la góndola. Al tener la producción completa, los costos se nos van achicando”, explicó Juan Isnardi, productor de cerdos integrante de la empresa, al semanario cooperativo riocuartense El Megáfono.
Además, el asociado de la Cooperativa Agropecuaria de Productores Unidos de Las Acequias comparó la actualidad del emprendimiento que comercializa bondiolas, chorizos, salamines y morcillas a buen precio en la ciudad de Río Cuarto y en las localidades de Alejandro Roca, Reducción y la misma localidad de Las Acequias, todas ellas dentro del territorio provincial.
“Antes criábamos los cerdos seis, siete meses y después se los vendíamos en pie a los intermediarios de la zona que los llevaban a frigoríficos de la provincia de Buenos Aires. El frigorífico hacía el proceso de faena y de ahí otro intermediario más hasta llegar a la góndola. Nosotros sólo vendíamos los cerdos y no sabíamos que más pasaba”, dijo el cooperativista.
El año pasado construyeron una planta modelo con fondos propios y con aportes del Ministerio de Agricultura de la Nación, agregando valor a la producción en su lugar de origen.
También cuentan con el acompañamiento del municipio de Las Acequias, que valora el mantenimiento y la creación de puestos de trabajo.
Cuando asociarse es crecer
Entrevistados por el semanario del sur provincial, los trabajadores de la planta, Susana Bettiol y Jorge Ferrero, comentaron que la faena semanal es de 25 a 30 cerdos, subrayando el salto en escala en la producción porcina.
“Reunirse con otros productores es satisfactorio. De estar encerrados solos en nuestra producción, a abrir la producción e interactuar con otros, es un adelanto muy grande para nosotros”, indicaron.
Isnardi añadió finalmente que “cuando te juntás con otro productor comenzás a tener nuevas ideas, cambiás los sistemas de producción y se abren un montón de caminos que son interminables”, concluyó Isnardi.