La familia trinitaria contempla a los más jóvenes en un grupo que se reúne cada viernes desde el año 2000, después de la Jornada Mundial de Jóvenes en Madrid.
Surgió con la impronta de María Edith Ramírez y su esposo, ya fallecido, quienes inspiraron a todos los que por allí se entregaron para vivir una adolescencia diferente, en la esperanza de la fe.
Jésica Cerrezuela y la hermana chilena Cecilia, que pertenece a las mujeres trinitarias de Madrid, son quienes hoy comandan la misión de unos quince jóvenes.
Entre sus actividades organizan el coro de la misa juvenil de los domingos en el ministerio de música y la colecta anual de Cáritas donde recorren las calles con alcancías.
También participan en el apoyo escolar que la iglesia tiene en barrio Belgrano, donde se encuentra la casa de las hermanas trinitarias.
Asimismo, desde hace dos meses van misionando casa por casa, invitándolos a participar en el mensaje de Dios. Con los tiempos litúrgicos, a lo largo del año, realizan el vía crucis en Pascuas y la representación del pesebre para Navidad.
“Los jóvenes tienen la posibilidad de participar en las tareas en que más cómodos se sientan en los distintos apostolados. Todos nos reunimos los viernes a la noche, que es el encuentro obligado, y además somos un grupo de amigos que se encuentra fuera de las actividades de la iglesia”, aclara Jésica.
Agrega que “tenemos el lema: los viernes no se negocian y ahí hacemos la adoración al Santísimo o vemos películas”. Cada año inauguran los encuentros con un campamento en febrero y en octubre llevan a cabo un retiro. “Desde 2008 venimos haciendo los retiros, donde nos acompaña un sacerdote que nos guía en la fe. Generalmente vamos a la estancia de Yucat y si bien este año aún tenemos que definirlo invitamos a todos los jóvenes que tenga ganas de sumarse para renovar fuerzas para terminar el año”.
No hay requisitos para comenzar a participar, Cecilia comenta al respecto que “no hay distinciones, dentro de los jóvenes tenemos algunos con problemas motrices que se han sentido discriminados en otros ámbitos y aquí se trata de integrarlos y que desarrollen su personalidad en la fe, que sientan que esta familia los recibe”.
Esta idea es parte del carisma. “Dios nos ha creado a su imagen y semejanza y cada uno tenemos un don y un talento, por lo que todos hacemos posible este grupo y cada uno tiene un rol o una tarea para sostenerlo en el tiempo, más allá que a medida que vamos creciendo hay actividades que nos impiden continuar”, aduce Jésica.
Un dato relevante es que no es necesario que sean alumnos del Instituto La Santísima Trinidad, de hecho ahora ninguno asiste a dicha institución, sino que llegaron invitados por sus pares.
Entre las actividades próximas a llevar a cabo, ya se encuentran organizando la clásica Peregrinación a Saladillo que será el 31 de julio.
Todos los años parten de Monte Buey hasta el santuario de Saladillo que es donde se encuentra la Virgen de La Merced (doce kilómetros caminando y orando). Se conforman grupos de acuerdo a edades y con un coordinador trabajan con una cartilla de oraciones y canciones. Allí los espera una banda de animación y participan de una misa.
Jésica señaló que “desde la Diócesis ya nos enviaron el material y este año el lema es armemos la paz, justo en comunión con el Rosario que rezamos el viernes pasado por la paz en Medio Oriente, son esas causalidades que nos motivan a seguir adelante”. Lo que buscan es responder al pedido del Papa Francisco, de salir afuera de las iglesias y hacer lío. Así, Jésica relató con honda emoción su experiencia el año pasado en las Jornadas de la Juventud de Río de Janeiro, donde “ver todos esos jóvenes como yo reunidos me hizo sentir que no soy la única loca en este mundo que sostiene esto, que alguien como Francisco te diga que no te importen lo que te digan que sigas adelante, te da la confianza”.
La hermana explicó que “el mensaje de Francisco es un llamado para todos los religiosos y religiosas para salir a arremangarnos y pisar el barro por la buena noticia de Dios. Antes de que llegara él, todos estábamos muy cómodos dentro de las iglesias y había cantidad de necesidades, hoy tenemos que dar ese testimonio desde Jesús”.
Contactos. Al correo jovenestinitariosvillamaria@gmail.com, por Facebook Jóvenes Trinitarios, en la sede de General Paz 685 o por teléfono 155648820.