La lucha de unos pocos parroquianos no fue suficiente para que el olvido -e intereses económicos mediante- terminaran por reducir a escombros el Club Ferro, ubicado en calle Reconquista al 150 en el barrio General Paz.
La semana pasada desapareció definitivamente el lugar que albergó bochas, fútbol y hasta un gimnasio de boxeo, además del clásico bar, y que supo convivir en una época en donde la ciudad tenía casi un centenar de este tipo de instituciones.
Según pudo conocer EL DIARIO, el club se erigió en la década del 60 por la donación del terreno por parte de las familias Forgione y Aquistapase, tuvo su auge entre 1965 y 1970 con la actividad bochófila como estandarte y por aquellos que iban al bufé a jugar a las cartas.
Las versiones sobre si el club tuvo o no personería jurídica son varias y encontradas; lo concreto es que el terreno se vendió en el último tiempo en unos 130 mil dólares a una persona de apellido Brignone por decisión de los herederos de aquellos que en su momento habían cedido las tierras. Incluso, hay quienes cuentan que la participación del abogado Caneparo tuvo mucho que ver en la posibilidad de “acomodar” los papeles del club para poder hacer la venta.
En el último tiempo, tras la desaparición de la cancha de bochas, el decaimiento de la infraestructura y los cada vez menos fieles al lugar, se había construido un salón que era utilizado para hacer peñas y fiestas, lo que generaba reiteradas quejas entre los vecinos.
De hecho, tal era la precariedad del edificio, pero la fidelidad de quienes asistían, que un quiosquero del barrio aseguró que, ante la falta de un bar dentro del club, quienes en los últimos días seguían juntándose a “timbiar” compraban la bebida en el quiosco de enfrente y se cruzaban a las precarias instalaciones del Club Ferro a pasar sus horas.
Una persona directamente relacionada con la venta del club aseguró que en el lugar se va a construir una casa particular. Del Club Ferro quedarán sólo recuerdos.