En medio de algunos desencuentros entre la cúpula local de la Policía de Córdoba y el Ejecutivo Municipal de Villa María (que huelen más a pulseada política que a otra cosa), se siguen sucediendo delitos contra la propiedad y hechos de violencia en la Villa.
Ayer, la víctima de esta novela sobre la inseguridad y las internas entre una línea política y otra fue un comerciante que tiene su negocio sobre el bulevar Alvear al 332: la carnicería Santa Rita, de Enzo Caisutti (54).
Según relató el propio Caisutti a EL DIARIO, “entraron de madrugada, supongo yo, por una puerta lateral, forzando un candado. Una puerta, por otra parte, que ya habíamos cambiado hacía unos 40 días. Exactamente el 12 de junio, el día que empezó el Mundial”, recordó el carnicero.
Casi todo
El hombre detalló, además, que “se llevaron una balanza, una picadora de carne que tritura 500 kilos por hora, cuchillos, una chaira y otras herramientas de trabajo que valen más de 40 mil pesos. Y, además, sustrajeron unos 10 mil pesos en carne”, precisó.
“Tienen que haber venido en un vehículo grande y haberlo entrado de culata aquí al lado para poder cargar todo lo que se llevaron. Y tienen que haber sido dos o tres por lo menos. Y se tomaron todo el tiempo para trabajar”, especuló la víctima.
Cabe consignar que con esta ya son cinco las veces que le roban a Caisutti en los últimos cinco meses. Toda una estadística. “Me agarraron de punto, porque la verdad es que, al menos que yo sepa, a los otros negocios de la cuadra no les ha pasado”, manifestó el comerciante.
“Ahora vamos a cerrar unos días para meterle más seguridad al negocio: rejas, cámaras, alarmas... no sé. Hay que hacer también unos arreglitos, así que vamos a cerrar una semana, más o menos. Y vamos a invertir en herramientas. Le vamos a seguir poniendo el pecho a la situación, pero si me vuelve a pasar, vendo lo que me quede y cierro el negocio. ¿Qué sentido tiene trabajar honradamente, pagar los impuestos y no ganar para vivir?”, se preguntó el carnicero. “Ahora han puesto una vigilancia, pero van a estar unos días y se van a ir...”.
Caisutti hizo la denuncia ante la Policía, “fundamentalmente por los cuchillos. Son armas, imagínense”. Pero a pesar de lo duro del momento, el carnicero no pierde el sentido del humor: “Por suerte no nos robaron el mate. Si no, sí que hubiésemos tenido que cerrar”, concluyó.