“Los libros sobre pedagogía del violín son una materia pendiente en casi todos los conservatorios y universidades del país, pero lo más preocupante es que casi no existen en las bibliotecas de los propios profesores”. 

Con este dato por demás revelador, Valvasori empieza esta nota. Pero hace 10 años, también empezaba a tener un proyecto literario. Su preocupación coincidía con sus comienzos como docente en la cátedra de Violín del Conservatorio Felipe Boero de nuestra ciudad. Y así, ante la falta alarmante de material pedagógico disponible, Valvasori había escrito un breve tratado sobre los “golpes de arco” para sus alumnos. Sin saberlo todavía, acababa de escribir la columna vertebral de un capítulo de su libro.

“Existen pocas obras de peso en nuestro idioma que puedan acompañar al maestro en el arte de enseñar violín; y las que existen son demasiado breves, tanto para un nivel inicial como para alcanzar un alto virtuosismo”, señala el profesor. 

-¿Y cuál considerás que es el aporte de tu libro para los profesores?

-Que les cubre la extensa franja que va desde la primera clase hasta el nivel promedio de un egresado de conservatorio. Y también que es la primera obra de consulta pensada para brindar posibles soluciones a los principales problemas a la hora de enseñar violín, como posturas, vibrato o desmangues. 

-Además de presentar un libro grandísimo, vas a desarrollar una jornada pedagógica.

-Sí, porque como tampoco existe la formación docente para violinistas, esta jornada queda completamente justificada. Me encantaría que vinieran todas aquellas personas que se interesen en conocer una pedagogía cuyo esfuerzo principal fue integrar todas las facetas del instrumento para lograr mejores resultados. En la jornada hablaremos desde la elección del tamaño correcto del instrumento para cada niño hasta la toma del arco, los ejercicios de equilibrio y coordinación, la enseñanza del “vibrato” y los desmangues.

-¿Cómo fue el proceso de escritura de tu libro?

-Además de tomar nota de todos los puntos en que necesitaba una apoyatura teórica en las clases, fui recopilando información de muchos métodos de violín, filosofías y enseñanzas de grandes pedagogos, como Humberto Carfi, Iván Galamián o Carl Flesch. Luego me olvidaba de lo leído y desarrollaba cada ítem como si aún no se hubiera escrito nada, como si tuviera que empezar cada clase de cero. 

-El resultado de tus investigaciones es un libro de grandes proporciones.

-Sí, son 504 páginas en A4 en las que me explayo en los temas más relevantes. Son 50 capítulos con un programa tentativo de violín de un alcance de 10 años, 390 ejemplos musicales con sus explicaciones, 271 fotografías que ilustran posiciones correctas e incorrectas del cuerpo, 63 gráficos y 12 tablas. Además, el libro tiene un repertorio original y arreglos propios para incluir a niños en grupos de violinistas de alto nivel. 

El libro de Valvasori fue editado por la editorial porteña Dunken y presentado en la Feria del Libro de Buenos Aires el pasado mes de abril. Demás está decir que es el único libro sobre pedagogía del violín escrito por un villamariense y uno de los pocos “made in” Córdoba. Pero el dato curioso es que se trata del único libro argentino cuya pedagogía abarca desde la primera clase hasta un alto nivel de conservatorio. 

Valvasori, que se formó como violinista en Córdoba, Buenos Aires y Alemania junto a grandes maestros, se vio obligado a abandonar el alto nivel interpretativo a los 20 años debido a serios problemas en las vértebras cervicales. Desde entonces y sin dejar de dar conciertos, se abocó de lleno a la enseñanza. 

Presentación. Será en el Conservatorio (bulevar España 1174) desde las 13.30 y cabe recordar que no se otorgarán certificados con puntaje oficial. El autor del libro recomienda a los músicos traer ropa cómoda para los ejercicios y una fibra para realizar marcas en los dedos de la mano derecha. También traer violín y partituras por posibles consultas.

Iván Wielikosielek

-Especial-