El galpón estaba cerrado y hasta tiene un candado en la puerta, pero igual se puede abrir. Allí funciona una empresa que se suponía en inactividad, dedicada a confeccionar ramos y coronas con flores artificiales de tela que se comercializan fuera de la ciudad. En esas instalaciones trabajan al menos dos personas y un viajante se encargaba de la distribución, todos en situación irregular.
Así lo confirmó ayer la delegación local del Ministerio de Trabajo de la Provincia a través de un relevamiento encabezado por el inspector, Jorge Maldonado, y la secretaria gremial del Centro de Empleados de Comercio (CEC), Gabriela Navarro. Fue luego de que arribara también al lugar un móvil y dos agentes policiales, ya que un empleado apostado en la puerta negó primero concretar la visita a pesar de que el funcionario de la cartera laboral se identificó para llevar adelante este operativo. Con la presencia de los uniformados, una persona de apellido Nieto se presentó como propietario responsable, a pesar de que el gremio mercantil contaba con información que suponía a la firma “de baja” desde al menos hace siete años, a pesar de más de tres décadas de trayectoria.
La inspección se realizó tras una denuncia por el despido de un trabajador con más de cinco años de antigüedad. Al relevar la firma, Trabajo se encontró con dos empleados: un hombre que se declaró monotributista (con siete años en el puesto) y una mujer sin registrar (con dos meses en el lugar). También trascendió que existe un encargado de distribución, por lo que el funcionario de la cartera fijó una audiencia para dentro de dos semanas, donde el propietario deberá presentar documentación que demuestre la situación regular de la empresa para poder continuar produciendo.