La conocida abogada villamariense María Aurora Rigalt dejó de existir ayer a causa de una penosa enfermedad.
Rigalt, de 55 años, era titular de una de las Secretarías del Juzgado Civil, Comercial y de Familia de Primera Nominación, a cargo de la jueza Ana María Bonadero de Barberis.
La letrada trabajó más de 25 años en los Tribunales villamarienses, era la esposa del sindicalista Roberto Battaglia y madre de tres hijos.
La noticia de su fallecimiento causó hondo pensar en el ámbito judicial y también en el eclesiástico ya que es hija de una familia muy devota, residente en calle Santa Fe al 600 y allegada a la Catedral.
Sus restos serán velados en la Sala Dalí de la Empresa Paviotti ubicada en Belgrano y Entre Ríos.
En tanto, recibirá sepultura a las 11 en el cementerio Parque La Naturaleza.
Previamente, le darán el último adiós en un oficio religioso en la iglesia Catedral.