Estimados lectores:

Quiero hacer de público conocimiento dos situaciones por las que me tocó pasar durante el transcurso de este año, en ambas con la misma empresa recaudadora que es Tránsito.

La primera fue hace un par de meses. Salí de mi trabajo y cuando iba pasando por calle Buenos Aires al 1300 había un control policial de la Provincia.

Me conducía en una moto Honda Wave. Me indican que estacione a un lado y me piden los papeles de la misma.

Dicho agente se percata de que las cilindradas que decía el carné no coincidían con los de la moto que manejaba. El agente me lo comunica, ante lo cual le respondí: “¿Cómo puede ser, si cuando hice dicho carné fui con la moto y, aparte, le había realizado la Inspección Técnica Vehicular y no se dieron cuenta?”.

Claro, me olvidaba que a ellos no les importa. El único fin es recaudar, sea como sea.

Cuando fui a hacer el reclamo a Tránsito la persona que me atendió me contestó que ellos no se hacían cargo de un error, que no era de ellos, que seguramente ellos me preguntaron si los datos eran los correctos y yo respondí que sí; aunque yo me refería a mis datos personales y no me fijé en los otros (datos) referentes a las cilindradas, porque uno a veces no se da cuenta.

En conclusión: tuve que volver a hacer todo y, por supuesto, volver a pagar.

La otra situación fue hace dos meses más o menos. Mi nieta concurre al Jardín de Infantes del Instituto del Rosario y mi hijo fue a retirarla porque la nena no estaba bien, aparte, casi coincidía con la hora de retirar a los niños de dicha institución.

No encontró lugar para estacionar porque esa cuadra está siempre completa de autos estacionados, por lo que lo hizo en doble fila.

Le labraron un acta de infracción que, por supuesto, se reconoce dicha falta, pero yo me pregunto: ¿por qué no delimitan un tramo de estacionamiento ya sea pintando el cordón, poniendo conos o agentes como lo hacen sobre bulevar Alvear, para que los padres puedan estacionar a buscar a sus hijos? Ya que se sobreentiende que son muy chiquitos para decirles ‘andá hasta la esquina que papá te espera’. No, es todo al revés, hay que bajarse e ir a buscarlos.

Se hizo el descargo correspondiente, pero como era de esperar, la sentencia del señor juez fue “¡paguen!”.

Por eso, sigo sosteniendo que son sólo recaudadores.

Esta nota la escribo con el fin de alertar al resto de las personas que siempre obramos de buena fe y todos los días te decís “voy a cambiar, no me voy a doler de que les pase a los demás”, pero no podés, porque venís de buena sepa.

De todas formas, señores jueces, son ustedes los que dan la sentencia hoy; mañana seguramente les toque a ustedes.

 

Graciela Coppari

DNI 11.617.117