La licenciada Marianna Galli consideró que la escuela especial debe refuncionalizarse y que si bien el marco legal establece una escuela inclusiva, en la práctica es difícil lograrlo en este momento.
La profesional llegó de Córdoba a Villa María para participar de la Primera Jornada Psicopedagógica organizada por el Colegio de Psicopedagogos local en el Instituto del Rosario, basada en las nuevas miradas sobre integración e inclusión escolar.
"Como posición de derecho, los marcos legales establecen una escuela inclusiva. La Ley de Educación Nacional y también la provincial lo indican. En esta transición de procesos de exclusión entre una escuela común y una especial muy separadas en un hacer, los padres empiezan a poner en juego esta posición de derecho, pero en las escuelas se dice que no están preparados", describió ante la consulta de EL DIARIO sobre la postura de organizaciones que trabajan en el tema de la discapacidad sobre una escuela especial que tenderá a desaparecer.
"Se escucha que los docentes no están preparados, y que la institución tampoco lo está para que esto sea común, para que todos tengamos oportunidades, para que el encuentro sea entre todos. Entonces se está haciendo muy difícil", admitió.
Galli resaltó que se trata de "una etapa de transición donde se tendrán que rever algunas cuestiones entre lo que se quiere, lo que se puede, lo que hay, y poner en juego en esto del discurso lo que nos está pasando con la inclusión".
"Si la inclusión sólo es por derecho es sólo por nacer, por una imposición. Y esto tampoco resulta, ya lo hemos visto", aclaró.
La especialista precisó que se deben trabajar cuestiones actitudinales fuertes pero advirtió que "no es tarea fácil" y que "nos va a llevar tiempo". "Nos lleva tiempo encontrarnos. De hecho, no conozco nada pero ya tengo un diagnóstico e impronta del otro que me hace no encontrarme. Es más, me hace no preguntarme. O me hace tener tanto miedo que ni siquiera te pueda mirar", reflexionó.
"El marco legal está dando vueltas como imposición pero no nos está atravesando todavía en cambios propios actitudinales para poder pensar en un proceso inclusivo", consideró.
Cuando se le comentó que una referente en discapacidad dijo que la escuela especial es segregadora, manifestó que "como sociedad lo somos" y que entonces es imposible no mirar a las instituciones también de esa forma. " No estoy en contra de las escuelas especiales, al contrario, fue el lugar para muchos que fueron destituidos de la escuela común, pero creo que nos vamos a tener que refuncionalizar", señaló. "Otros países lo han hecho -continuó- con otras culturas y otras posiciones. Vamos a tener que pensar en cuestiones en común para poder trabajar. Tuvimos curriculums paralelos, saberes que se enseñaban en una escuela y en otra, miradas de lo que implicaba un niño en una escuela y en otra, entonces estos puntos de encuentro de escuela común y especial nos abre una nueva mirada para poder empezar a armar una escuela para todos. Donde uno se sienta bien, donde pueda aprender, donde el docente crea que es la escuela donde pueda enseñar. Es una transición, demanda un tiempo, un trabajo en conjunto".
"La especial se debe refuncionalizar fuertemente en estos servicios de apoyo en trabajo en conjunto con la común", cerró.