Escribe Silvina Scaglia, Lic. en Nutrición
Para conservar las funciones vitales de nuestro cuerpo es necesario poseer suficiente energía que es suministrada por los alimentos.
Los órganos y tejidos están formados por células que tienen diversos constituyentes. Entre estos se encuentra la mitocondria, que funciona como un generador de energía. Dentro de ella se utiliza el oxígeno que ingresa al cuerpo por medio de la respiración para completar la degradación de la glucosa -azúcar- y generar la energía. Una pequeña parte del oxígeno no es utilizado y forma los denominados radicales libres. Estos se incorporan a nuestro organismo a través de varios factores: el esmog, humo del tabaco, pero el cuerpo humano posee varios sistemas de limpieza. ¿Cómo? agrega la cantidad de hidrógeno que hace falta al oxígeno que anda suelto por ahí y lo transforma en agua.
El problema radica en que muchas veces incorporamos tanta cantidad de radicales libres (principalmente los fumadores) que el cuerpo no tiene capacidad de respuesta para limpiarlos a todos. Entonces, ¿cómo defenderse de los radicales libres? La mejor solución, entonces, es incorporar un eficaz antioxidante que ayude a terminar la tarea de limpieza, actuando como barredores de los radicales libres y evitando que las células se perjudiquen y dejen de cumplir sus funciones. Diversos compuestos naturales que se encuentran principalmente en los alimentos de origen vegetal tienen estos efectos. Los de mayor interés son las vitaminas E, C, A (retinol) y los b-carotenos.