Una conferencia titulada “Nanotecnología: la nueva revolución científica y social” tendrá lugar en el Inescer este miércoles a las 20.30.
Será dictada por María Eugenia Alassia, quien obtuvo su doctorado con una tesis sobre dicha disciplina que está invadiendo todos los campos de la tecnología actual. La expositora, quien es docente del Inescer, es además coautora de un libro sobre Nanotecnología.
La disertación, dirigida a docentes, estudiantes y público en general, se dará en el local de Estados Unidos 111 y se inscribe en las actividades del Mes Provincial de la Ciencia y la Tecnología.
“La palabra Nanotecnología nos invade permanentemente desde las noticias y desde la publicidad -dijo Alassia- y escuchamos que estos materiales están en los botines de Messi, en las medias de los tenistas y hasta en un medicamento para combatir los piojos”.
Convivimos con computadoras y celulares cuyos microprocesadores y pantallas táctiles están fabricados con Nanotecnología y la lista no acaba con estos elementos, sino que se acrecienta año a año, en una explosión de conocimientos que se inició hace sólo 30 años.
“En esencia, la Nanotecnología es una nueva ciencia de manipulación de materiales de muy pequeñas dimensiones”, explicó la experta, quien observó que en esos tamaños la materia manifiesta propiedades distintas a las de escalas mayores.
Como ejemplo, dijo que el oro cambia de color y pasa a ser semiconductor. Asimismo, el solo cambio de forma modifica el color del material.
Por el momento, su utilización más relevante se da en la aplicación controlada de drogas en el cuerpo humano, en la obtención de materiales más livianos, etcétera. “Una fina capa de estructura nanométrica sobre un parabrisas de un automóvil hace que la lluvia forme una lámina que no interrumpe la visibilidad del conductor”, dijo como ejemplo adicional.
Estas estructuras existen en la naturaleza: se descubrió, por ejemplo, que la salamandra tiene en sus pies unas espátulas con fibras nanométricas que le permiten adherirse a cualquier superficie, soportando hasta 100 veces su peso. También la planta de loto es inusualmente limpia, porque su superficie tiene una arquitectura nanométrica.
Ya en la antigüedad, por otra parte, se crearon sin saberlo artefactos con estructuras nanométricas. Tal el caso de una copa romana, que cambia de color según cómo se la ilumine.
En nuestro país, la mayoría de los laboratorios científicos está experimentando en la materia y ya hay empresas privadas que fabrican productos con estructuras nanométricas.
“Como ocurre con toda invención humana, la Nanotecnología tiene sus peligros, ya que dado su tamaño imperceptible puede ser introducida como arma en un país. También se desconocen sus efectos en el medio ambiente. Otro tema a considerar es el efecto cancerígeno que tienen por ejemplo los nanotubos de carbono, que se usan en los sensores de glucosa”, añadió.
En distintos laboratorios se experimenta para crear nanorrobots, nanomáquinas para las más variadas funciones, incluso para actuar dentro de microorganismos. La ropa antigermicida, ideal para hospitales, es una realidad.
Fotografías: 1) María Eugenia Alassia disertará en el Inescer
2) Un
nanotubo de carbono, cuyo diámetro es equivalente al de unos pocos átomos