Escribe Pablo Luna Broggi

 

El clásico más antiguo de la liga se hizo presente en la primera fecha del Torneo Clausura y con muchas emociones. 

Unión Central, con la idea de mejorar lo hecho el torneo pasado, saltó al campo de juego con una propuesta firme, compacta y prolija que servía de apoyo a la creatividad de Marinelli, Geremía y Zabala.

Por su parte, River volvía luego de no haber participado en la temporada anterior, con muchos retornos al club, caras nuevas y un planteo agresivo y ofensivo.

El cotejo era parejo y aún ambos equipos de “estudiaban” cuando un pase profundo enfrentó a Zabala frente a Jacobo Bachaninni, y el delantero local no tuvo más que picarla frente al arquero rival para decretar el 1 a 0.

A partir del gol del “9” aurinegro, el conjunto de calle Rucci comenzó a manejar con más criterio el balón y, aprovechando la endeble línea de tres que planteaba su rival en defensa, de a poco fue complicando al “Millonario” por la banda derecha cubierta por Gino Tais, el cual debía ingeniársela para tratar de frenar al habilidoso Paul Marinelli. Es así que a los 20 minutos, el enganche de Unión gambeteó a un par de jugadores, filtró un pase milimétrico para Pérez y el mediocampista estrelló su remate al palo.

El primer tiempo fue totalmente controlado por el conjunto de Negrette, porque cortaba constantemente el circuito de juego que River intentaba generar en mitad de cancha. La “Banda” tenía intenciones, pero se notaba la lógica falta de rodaje necesario para un equipo en formación.

Sin embargo, no todas fueron buenas noticias para el club del centro de la ciudad. Es que, en la última jugada, por exceso verbal según el árbitro Mauro Daniele, perdió a Ezequiel Porta. Las esperanzas renacían en el visitante porque la superioridad numérica podía darle ese “plus” que necesitaba para empatar.

Así, el complemento mostró a un River más decidido que avisó a los 20 segundos con un remate desde larga distancia de Julián López. No obstante, fue Unión quien estiró la diferencia luego de un excelente desborde de Zabala y de un potente remate de Pérez que cumplió con la famosa “ley del ex” y puso el 2 a 0.

Luego, todo se complicó aún más para River con la expulsiones de Martín Ledesma (jugó solo un minuto) y Nicolás Aguirre. En tan sólo 10 minutos, el local no sólo estiró la ventaja en el marcador, sino también que ahora tenía un hombre de más.

Con dicho panorama, más allá de un descuento magistral de García que anotó gambeteando desde mitad de cancha, Unión pudo estirar la diferencia con un Zabala que se adueñó del protagonismo en suelo fortinero y se llevó todos los aplausos.

El conjunto de barrio Almirante Brown pudo empardar el tanteador con varias chances que se sucedieron hasta el final, más por empuje, ganas y amor propio que por juego. Todo terminó con la expulsión de Rodríguez, el cansancio era demasiado y la diferencia corta, pero insalvable.

Unión comenzó ganando y demostró el buen trabajo que se viene haciendo desde el torneo anterior. Se vio a un equipo compacto y atrevido, que sabe lo que quiere y cómo conseguirlo.

Por su parte, River, que repitió sólo tres nombres de la última vez que participó en la liga, dejó en evidencia la falta de conocimiento de sus jugadores, más allá del buen nivel futbolístico mostrado por momentos. El campeonato recién empieza, y por lo demostrado, quedó claro que ambos buscarán el protagonismo que sus camisetas le imponen por historia.