Ayer, 11 de agosto, se conmemoró el Día del Licenciado en Nutrición en homenaje al nacimiento de Pedro Escudero, pionero de la formación de los recursos humanos en Nutrición en Argentina y Latinoamérica.
El estudio de la ciencia de la Nutrición no sólo abarca la dimensión biológica, vinculada a la relación entre el cuerpo humano y los alimentos; sino también, los aspectos sociales y ambientales que median esta relación, con implicancias en el estado nutricional, y la naturaleza de la que somos parte. Los ámbitos de desarrollo del licenciado en Nutrición tanto en el sector público como privado, son: salud, alimentación, educación, desarrollo social, industria y tecnología, deporte entre las más salientes, desempeñando funciones de administración y gestión, asistenciales, educativas, de consultoría y de investigación.
El Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Córdoba, creado por la Ley Provincial 7.661 del año 1988, ejerce el gobierno de la matrícula, el control del ejercicio profesional y ético disciplinario de los profesionales de la Nutrición que se desempeñan en el territorio provincial.
Al mismo tiempo, trabaja sostenidamente en el desarrollo profesional en todos sus aspectos, fomentando la solidaridad entre los colegas y contribuyendo al estudio y resolución de los problemas que en cualquier forma afecten al ejercicio profesional y por tanto, a la salud y la nutrición pública. En relación a este último punto, señala hoy cinco problemas, objeto de preocupación vinculados al campo alimentario-nutricional:
• El avance constante de las enfermedades crónicas no transmisibles (obesidad, hipertensión, diabetes, etcétera) como la no disminución del retraso crónico de crecimiento y carencias de nutrientes específicos (hierro, vitaminas A), que requieren no sólo tratamiento apropiado, sino profundas adecuaciones del sistema alimentario, que favorezcan una alimentación accesible y variada.
• La disponibilidad de alimentos que no siempre responden a prácticas seguras y responsables tanto a nivel de la producción, elaboración, acceso y distribución para garantizar alimentos sanos e inocuos.
• La implicancia de los cambios en las dietas cotidianas de las personas, producto de las fluctuaciones y dificultades en el acceso continuo y estable de alimentos de buena calidad nutricional y culturalmente aceptables.
• La insuficiente información, comunicación y educación alimentaria en las políticas del Estado y el escaso acompañamiento a los consumidores para que puedan hacer elecciones alimentarias correctas con conocimiento de causa, ponen en riesgo su salud.
• El cuidado nutricional apropiado de las personas, no siempre garantizado en niños y adultos mayores que dependen de la atención de terceros para alimentarse, y más especialmente si residen en instituciones. Consideramos por tanto central, el compromiso del Estado en sus diferentes niveles, en la generación y articulación de políticas públicas de diversos sectores que aborden de manera integral la problemática nutricional, dado su carácter multidimensional, para garantizar el derecho y acceso a una alimentación adecuada.