Confesó que vive con mucha emoción la aparición de Ignacio Hurban/Guido, el nieto de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto. Que se estremece cuando escucha algunos análisis de sectores que aún hoy siguen respaldando la nefasta dictadura militar. Y que siente mucho orgullo por la República Argentina.
Desde México, donde se radicó hace muchos años, la cantante Liliana Felipe -hermana de Ester, villamariense desaparecida durante aquellos terribles años de plomo- dialogó con EL DIARIO.
“He vivido la recuperación de Ignacio/Guido con mucha emoción. Por Estela, por él, por todas y todos nosotras/os. Son largas heridas, muy largas”, indicó la artista.
“Es estremecedor el análisis de la melange Sociedad Rural-milicos-sociedad civil-etcétera. Esa es la parte que como sociedad debiéramos trabajar mucho, porque ya hemos visto que olvidar es imposible”, recalcó.
“Los que asesinaron, desaparecieron y robaron chicos son los mismos que hoy siguen envenenando la tierra, el aire, la ética y la libertad”, aseguró.
De inmediato, advirtió que “el olvido solamente permitirá que se repita” y que ahora, en medio de la conmoción por la recuperación del nieto 114, tenemos que “seguir buscando 400 más”.
Felipe consideró que “sin la incansable labor de las Abuelas, de las Madres de Plaza de Mayo, de HIJOS y de la voluntad política del Gobierno nacional, esto hubiera sido imposible”.
En este sentido, para graficar su parecer, subrayó que “en todos los países hay desaparecidos, pero no en todos los países se busca a los hijos”. Asimismo, también aclaró que no en todas las naciones “se enjuicia a los culpables”.
Como esto sí sucede aquí, dijo sentir “un enorme orgullo por Argentina”.
Ester Felipe, su hermana, era psicóloga y fue víctima de los militares junto a su compañero, Luis Mónaco, un periodista y aficionado a la fotografía.
Los jóvenes fueron secuestrados por separado el 11 de enero de 1978 en Villa María, en un operativo del Tercer Cuerpo de Ejército, al mando de Luciano Benjamín Menéndez.
Su hija, Paula Mónaco Felipe, quedó entonces junto a sus abuelos paternos, hoy ya fallecidos.
Liliana, a lo largo de su vida, ha cantado contra la represión y la violencia, conviviendo como pudo con el dolor de haber perdido a su hermana.
D. B.