Abrazando y saludando con un beso a cada una de las personas que se cruzó hasta llegar al Salón Blanco llegó la cantante Rosana a la Municipalidad, donde fue agasajada al mediodía, previo al show de presentación de su nuevo disco “8 Lunas”, que dio anoche ante un Teatro Verdi con entradas totalmente agotadas.
“Lo que más me gusta de esta ocasión, es que dicen que no hay dos sin tres”, expresó la oriunda de las Islas Canarias, arrancando las primeras sonrisas a los presentes, y haciendo público su deseo de volver a estar en el Festival de Peñas, luego de haber participado en la edición 2013.
Luego de que el jefe de Gabinete, José Carignano, le diera la bienvenida, la artista dijo sentirse “absolutamente emocionada y feliz” por volver a visitar Villa María y, sobre su presencia en el país llevando su gira por diferentes ciudades, bromeó: “Ya he dicho muchas veces que deberían darme la doble nacionalidad”.
Por su parte, el presidente de la Unidad Ejecutora Villa María Deporte y Turismo SEM, Marcos Bovo, sostuvo que la presencia de Rosana “es un orgullo para Villa María, que desde la música busca proyectarse hacia el país con un festival que tuvo el honor de tenerla en su edición 2013”. Además, destacó que “dejó un extraordinario recuerdo, por sus canciones y entrega en el escenario”, lo que “reconforta volver a tenerla acá”.
Entre agasajos y anécdotas
En un clima distendido y bajo el aura de sonrisas que genera el carisma de Rosana, la artista y los representantes del municipio intercambiaron presentes.
Carignano y Bovo le hicieron entrega de un libro que recopila los momentos más destacados de lo que fue la edición 2013 del Festival de Peñas, de la cual la artista participó. Al mismo tiempo, Rosana dejó su dedicatoria en otro de los libros que va a quedar en el futuro museo del Festival Nacional de Peñas, que está llevando a cabo el municipio. Además, también le hicieron entrega de una plaqueta.
Por su parte, la cantante ofrendó a los representantes del municipio una guitarra la cual autografió y en la que dedicó una extensa dedicatoria. El instrumento, que también formará parte del mencionado museo, lleva una frase perteneciente a una de sus canciones: “A imposible le sobran dos letras”. También entregó una remera con el mismo lema.
“Creo que hay cosas que son fáciles de sentir y difíciles de explicar”, sostuvo Rosana sobre las sensaciones que le genera el público argentino.
Finalmente, luego de compartir anécdotas de su paso por la ciudad y el país, sobre su posible participación en la edición 2015 del Festival, dijo que “de aquí tiro la petición, de que por mí estaría todos los años porque para mí es un placer y orgullo”.