Sólo querían sacarles una sonrisa, para aliviarles, al menos por un rato, el largo y difícil camino que están recorriendo. Y lo lograron.
El Servicio de Rehabilitación del Hospital Pasteur realizó ayer un festejo para unos 40 niños que son los que día a día asisten al lugar.
“La gran mayoría de ellos tiene alguna discapacidad que hace que esto sea un camino más difícil de recorrer”, explicó Diego Andreotti, jefe del Servicio de Rehabilitación.
Durante casi una hora, los niños disfrutaron de payasos, juegos, música y regalos. “De la Universidad Popular vinieron a hacer una actuación de canciones y cuentos cantados, les preparamos mate cocido, chocolatada, torta y masas para el final”, contó Andreotti.
Además, los alumnos de la Escuela Especial Nº 20 se sumaron al festejo con juguetes, disfrazados de payasos y hasta sirviéndoles la comida.
“Con ellos tenemos mucha relación porque tenemos muchos niños que están en desarrollo escolar y nos gratifica que participen”, comentó acerca de la participación de un grupo de adolescentes que se encargó de darle color a una fiesta tan hermosa como necesaria.
No sólo esos 40 chicos se llevaron regalos al final de la jornada, sino que también les llevaron presentes a los niños que permanecen en terapia de Neonatalogía.
“La iniciativa tiene como intención devolverles un poco a los niños que durante todo el año concurren al Servicio de Rehabilitación del Hospital Pasteur y que tienen una rutina permanente con sus padres”, comentó Andreotti.
“Queríamos darles un momento de esparcimiento, de alegría, de salir de la rutina y que puedan integrar otras emociones y otras actividades que hacen a su desarrollo también y a que el grupo y la familia del servicio esté más unida”, amplió.
El evento contó con el apoyo de muchas entidades públicas y privadas que donaron y facilitaron lo necesario para llevarlo adelante, además de, por supuesto, el aval y acompañamiento de la Dirección del Hospital Pasteur y de la Cooperadora.
Andreotti intentó describir la satisfacción de ver a los niños disfrutar del momento. “Sacarles una sonrisa es algo que te retribuye; nosotros trabajamos para ellos y ellos nos dan una alegría a nosotros viendo cómo disfrutan. Es una recompensa al trabajo que hacemos todos los días”.
El profesional explicó que “darles un momento como éste es parte también de sacarlos de la rutina, que a veces es muy difícil, incluso también para que los papás lo disfruten porque sabemos que a veces están en una situación que no es fácil de llevar”.