Escribe: Juan Manuel Gorno
Tres puntos de motivación; un triunfo para el ánimo y una buena bienvenida al “Pozo” del barrio Almirante Brown. Esto es lo que logró ayer River, en su primera victoria desde que regresó a la competencia del fútbol local.
Aunque sean pocos los que trabajan en el club y pocos los que van a la cancha. A pesar de las bajas y de las limitaciones, el equipo millonario esbozó la sonrisa que derivó en los cánticos en los vestuarios, luego del 2-1 conseguido ante Unión Social de Alto Alegre, otro que suele andar penando, pero que también se sostiene con el sacrificio.
El duelo de necesitados de unidades fue para el local porque se equivocó menos y acertó en el arco contrario cuando mejor jugó, durante los primeros 45 minutos.
Además, en un partido que registró cuatro expulsiones, la más dura fue para el elenco visitante porque llegó a los 19 minutos de juego, en momento en que los arqueros eran meros espectadores.
En la primera acción del local en ataque, Richard Brusa metió un pique corto interesante y el portero Julián Soria salió a cortar el remate franco al arco con la mano y afuera del área; el árbitro Sandro Viera -fiel al reglamento- aplicó la ley de último recurso y le mostró la roja al uno visitante. Y, de ahí en más, cambió el partido.
River, si bien había exhibido algo mejor desde el inicio, se sintió protagonista y fue a buscar el triunfo de la mano de Julián López, volante clase 95 que la pisa, intenta, se conecta con los delanteros y hasta se anima de tiro libre, como sucedió ni bien entró el arquero suplente de Unión Social y casi lo vacuna con un remate por encima del travesaño.
Con el 10 de eslabón entre el mediocampo y el ataque más el despliegue en la recuperación del resto de los volantes, River capitalizó el momento favorable y mostró su mejor versión promediando la primera etapa.
Brusa, picando siempre entre los centrales, no pudo convertir en un mano a mano porque, tras superar al arquero con un tiro a colocar, finalmente se la sacó Cuello.
Sin embargo, 10 minutos más tarde apareció el otro delantero, Gaspar Bachanini, quien dejó las coberturas de EL DIARIO para marcar el primer gol de River (club donde surgió) en el regreso de ambos al fútbol local.
“Bacha” fue inteligente; metió la diagonal hacia fuera y recibió la habilitación del preciso Julián López para después definir fuerte y al medio.
Unión Social, en desventaja, tardó en acusar el impacto y apenas complicó a Jacobo Bachanini con un toque de cabeza de Zárate que finalmente atrapó el arquero.
En ese contexto, River debía sacar una mayor tajada antes del final del primer tiempo y lo hizo con una joyita de Joaquín Piovano, que tomó la pelota afuera del área, tras un córner, y la puso con derecha bien pegada al palo para establecer el 2-0, segundos antes del entretiempo.
No se achicó
Cuando parecía que el partido podía ser menos complicado para el local (a punto tal que César López estuvo cerca de convertir el 3-0 en el arranque del complemento), Unión Social sacó a relucir su personalidad para ir al frente, jugado por jugado.
Claro que mucho ayudó el error grosero de Jacobo Bachanini, que salió a cortar un tiro de esquina, no atrapó la pelota y la dejó picando, entonces Silvio Verón, a los 6 minutos, sólo la empujó para marcar el descuento.
A pesar del hombre de menos, la formación de Rodrigo Caciorgna mejoró en el control de la pelota por la enjundia de Demarchi, la búsqueda de Freytes y el empuje de Damián Moyano, que pasó de la defensa al medio con el afán de complicar la tarea del pibe García.
Esto también le dio espacios a Brusa en el ataque de River, aunque el delantero no tuvo puntería y volvió a perderse el tercero con un cabezazo que dio en el palo, tras un centro de Julián López.
El problema de Unión Social fue que cuando el árbitro Viera expulsó con roja directa a Piovano (falta violenta), el recién ingresado Héctor Vilches también se hizo echar por guapear innecesariamente.
Pero River también dio concesiones, cuando el central Claudio Barengo también fue expulsado 10 minutos más tarde por golpear sin pelota a un rival.
Así, el final del partido estuvo para alquilar balcones. Unión Social complicó a River con pelotas aéreas y hasta con un duelo personal que Jacobo Bachanini le ganó a Freytes mientras Brusa siguió sin encontrar el gol en ocasiones que generó individualmente vía contragolpe.
Una realidad que no se puede soslayar dicta que ambos equipos tienen que sufrir y trabajar bastante para alcanzar el objetivo, aunque River fue quien finalmente pudo sacar a flote su alegría, justo en el regreso a casa.
La figura
Julián López
Cuando River marcó diferencia en el juego, su 10 resultó clave para habilitar a sus compañeros de ataque o desequilibrar a la defensa rival. También tuvo un muy buen partido Gaspar Bachanini. En Unión, lo mejor fue el experimentado Silvio Verón.
El árbitro
Sandro Viera
Poco que reprocharle. Las cuatro tarjetas rojas cumplieron con lo que indica el reglamento y sirvieron para que el partido no se vaya de las manos. También el juez estuvo cerca de las jugadas y se mostró atento, más allá de algún error de apreciación. Bien.