La dramática inundación que afectó a la ciudad en febrero golpeó a la ciudad de tal forma que todavía los vecinos afectados esperan respuestas y los municipios de Villa María y Villa Nueva tuvieron que tomar la determinación de ejecutar obras para evitar que vuelva a ocurrir algo semejante.
El ingeniero Santiago Reyna, profesor de la Universidad Nacional de Córdoba, titular de Obras Hidráulicas y de Ingeniería Ambiental, opinó acerca de la situación que tuvo que afrontar la ciudad, y de las obras que se están realizando.
“Uno no puede decir que la culpa es de la Naturaleza o que llovió mucho, cuando en realidad yo me instalé donde soy vulnerable. Si estoy fuera de la zona de inundación no me va a pasar absolutamente nada”, comentó acerca de aquellos lugares que fueron más afectados por el agua.
Reyna, que también es director de la Maestría en Recursos Hídricos en la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNC, considera que es fundamental que “las localidades sobre río tienen que hacer un esfuerzo grande para definir en qué zonas van a construir y en dónde no lo van a hacer, cuáles son las zonas inundables, lo que se llaman planicies de inundación”, además, dijo que “está perfectamente permitido tener una costanera que cada tanto se inunde, como pasa con la de Córdoba con el río Suquía, lo que no es lógico es que se haya permitido asentar un barrio en un lugar inundable”.
Con respecto al dragado, que va a efectuar cada municipio por su propia cuenta, el especialista consideró que “no es la única acción que se puede realizar”, porque también están las obras no estructurales, que “son las que no son obras, pero pueden tener un impacto mucho más importante que las otras, como definir la línea de rivera, las zonas de posible riesgo hídrico, planificar el uso de la rivera haciendo los estudios que corresponden”.
El también presidente de la Fundación para la Defensa del Agua (Fundea), dijo que “cuando pasan estos caudales tan grandes de agua, se te altera el cauce, que en algunos lados erosiona y en otros los llena”, con el dragado “se puede corregir eso para que vuelva a su lugar original”, pero “para hacer esa corrección de cause se debe ser cuidadoso, ya que el cauce se puede ir para cualquier lado y puede ser peor el remedio que la enfermedad”.
Reyna fue tajante al asegurar que otro tipo de obras, mucho más importantes, son imposibles de hacer: “Las obras transversales, que es lo que llamamos el dique, la represa, el embalse, que es generar un vaso para guardar agua y sería la solución más importante, no se pueden hacer, no tanto porque son extremadamente costosas, sino porque directamente ya no hay lugar en la provincia”.
Por último, el ingeniero opinó acerca de cómo respondió este tipo de construcciones ante la situación extrema: “La realidad es que los embalses y el sistema respondieron muy bien, y el daño si bien fue bravo se pudo mitigar”.