La hidatidosis es una zoonosis producida por un parásito que se llama Echinococcus granulosus, una tenia que se encuentra en el intestino del perro y lo transmite al ser humano a través de su materia fecal con consecuencias graves para la salud.
Cuando el perro es alimentado con vísceras crudas de animales como ovejas, cabras y bovinos infectados con las larvas de este parásito en forma de quistes hidatídicos, éstos entran al intestino del perro, se fijan a la pared, se desarrolla el parásito adulto y comienzan a producir huevos (miles a partir de un solo quiste) que luego son eliminados por la materia fecal, contaminando el agua, el pasto, la tierra, las verduras y quedando también adheridos en el pelo del perro a través del lamido en todo su cuerpo.
Cómo se transmite al hombre
La transmisión se produce por el contacto directo con los huevos del parásito que llegan a la boca de las personas, principalmente de los niños, por darle besos a los perros, dejarse lamer por ellos o simplemente acariciarlos y luego llevarse la mano a la boca.
Otra vía de contagio es el consumo de verduras y frutas contaminadas o mal lavadas o el tomar agua contaminada.
Sus síntomas
Va a depender del órgano donde se desarrolle el quiste, el número y tamaño de los mismos. Pueden formarse quistes en hígado y pulmones principalmente, y en otros lugares del cuerpo. Las personas pueden no tener síntomas durante muchos años y transformarse en portadores asintomáticos. En los perros no se observan prácticamente signos clínicos.
Su tratamiento
En las personas se realiza tratamiento médico pudiendo, en casos más graves, llegar a la cirugía. En los perros se realiza un tratamiento antiparasitario según prescripción veterinaria.
Cómo se previene
La educación sanitaria a la población es fundamental para que pueda tomar conciencia de que con mínimos recaudos respecto a la manipulación de los alimentos, las mascotas y sus deposiciones, se puede prevenir esta enfermedad parasitaria en las personas.
Lo más importante, ante todo es siempre extremar las medidas de higiene:
Si acaricia un perro, lavarse las manos con agua y jabón, y siempre antes de ingerir o manipular un alimento.
Así mismo lavar bien, con agua potable, las verduras o frutas ya que pueden acarrear huevos de parásitos. Para mayor seguridad, déjelas en remojo en un recipiente con 2 a 3 gotas de lavandina por litro de agua por diez minutos y después enjuague con abundante agua corriente.
No beber agua de estanques o que hayan estado expuestas al ambiente y ser pasibles de contaminación.
Impedir el acceso de los perros a los lugares donde se faenan animales, especialmente las faenas caseras que no cuentan con estrictos controles bromatológicos.
No alimentar a los perros con vísceras crudas. Si lo alimenta con este tipo de comida asegúrese de cocinarlas por ebullición por lo menos 10 minutos.
No deje que su perro vagabundee en los basureros ni por las huertas para evitar que las contamine.
Desparasitar periódicamente a los perros según lo indique su veterinario, especialmente si pertenecen a zonas ganaderas o son perros de caza, donde el esquema de desparasitación será más intensivo.
Evitar en lo posible que los perros laman a los niños en la boca, como así también evitar que los niños se lleven tierra o arena a la boca.
Cercar las huertas para que no entren los perros y evitar el consumo de alimentos cuyo riego es a través de aguas residuales.
Elimine diariamente la materia fecal de los jardines con las precauciones higiénicas pertinentes, como el uso de guantes y bolsitas para su recolección y evitar ante todo que los niños tengan acceso a las mismas.
Proteja su salud y la de los demás.
En esta enfermedad, usted es el único responsable. Su perro no.
Dra. Gabriela Demilta