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Su mujer Encarnación Sobrino, los hijos y nietos ante el busto, en Cárcano y Mendoza |
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Instituciones locales y familiares del extinto educador Angel Diego Márquez le rindieron homenaje ayer, al inaugurarse un busto en su memoria, en la esquina de Cárcano y Mendoza, a escasos metros de la casa donde el intelectual pasara sus últimos años.
Autoridades de la regional local de la CTA, de AMMA, la Cooperativa Comunicar (editora de EL DIARIO) así como del Inescer, se dieron cita en el cantero central del bulevar Cárcano, donde se emplaza el busto esculpido por el plástico Fabián Lencina.
En la ocasión, hicieron uso de la palabra Moisés Meik, Encarnación Sobrino y Camilo Rodríguez, quienes destacaron el ideario socialista de Márquez, así como su labor en pro de la educación popular.
El abogado laboralista Meik, en su calidad de amigo personal del docente, afirmó en su discurso que Márquez “tenía un profundo concepto de la interrelación entre lo cultural, lo social y lo educativo”.
También recordó que el homenajeado, si viviera, “valoraría este fenómeno de Latinoamérica, que se está organizando regionalmente frente a la globalización”.
Meik, asimismo, hizo referencia al paso de Márquez por la dirección del Instituto Secundario Bernardino Rivadavia, ocasión en la que le tocó sufrir la intervención, en 1952.
@ Persecuciones y desencuentros
“Fue una perversa intervención -dijo el ex juez- donde se acusaba al instituto de Sobral y especialmente a Márquez, de ideas comunizantes y disolventes, en una clara persecución ideológica.” También acusó a los promotores de aquella intervención, de “ser los mismos que tres años después impulsaron el golpe contra el Gobierno peronista”.
Luego, la educadora Encarnación Sobrino evocó los inicios de Márquez en el Rivadavia, y lo calificó de “maestro, compañero y hermano del destino”. Por otra parte, Sobrino hizo mención al desencuentro entre Márquez y las autoridades de la Biblioteca Rivadavia, en 1985, “cuando -subrayó- les cerraron las puertas a los soñadores”.
De resultado del distanciamiento con su viejo espacio educativo, Márquez motorizó la creación del Inescer, como centro educacional con facilidades para la clase trabajadora. Sobrino y Camilo Rodríguez (CTA) recordaron también la incertidumbre que reinó en el Inescer durante la década del ‘90, al sufrir el recorte presupuestario.
Finalmente, Rodríguez expresó que “el mejor homenaje que podemos tributarle al doctor Márquez es pelear todos juntos para que el Inescer tenga su casa propia”.
Como se recordará, a mediados del año pasado, el intendente municipal anunció la construcción de un nuevo edificio para la citada institución, en el predio del Parque Pereira y Domínguez.
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