Escribe Juan Pablo Morre
Con goles de su dupla de ataque, Nicolás Morello (de penal) y Marco Mancilla, de cabeza, Española consiguió su primera sonrisa en el campeonato al vencer, en su presentación de local, por 2-1 a Rivadavia de Arroyo Cabral que, al contrario de su rival, profundizó su inesperado arranque.
El “Gallego”, a través de una mejor producción y productivas modificaciones con respecto al último cotejo, también sacó provecho del presente difícil del “Verde” que, jugadas tres fechas, aún no ganó, continúa acumulando bajas claves (ayer fue expulsado “Leo” Márquez) y no encuentra -ante las numerosas bajas- respuestas para aventurar una mejoría repentina.
El retorno de Bracamonte a la zona media y la presencia de Mancilla en ataque para potenciar la labor de “Nico” Morello resultaron valiosos y preponderantes ayer para el elenco de “Pelé” Andrada que, después de difíciles visitas a los que justamente son líderes de la Zona, pudo celebrar su primer triunfo en el Clausura.
Sin embargo, al principio del partido debió apelar la concentración defensiva para salir airoso. Es que, con la clara influencia del fuerte viento que se presentó ayer, Rivadavia en los primeros instantes del partido intentó sacar provecho de continuas acciones de pelota detenida que llegaron al área de un atento Guillermo Arcas. No obstante, el “Verde” pecó de precisión en la ejecución, lo que le impidió usufructuar dichas acciones y, para más, cuando logró conectar no resultó efectivo, como un cabezazo desviado de Cerutti (a los 19’) y otro de Samuel Garis que un defensor “gallego” despejó en la línea (21’).
Española, después de esos 20 minutos en los cuales defendió con mucho acierto, niveló el trámite a través del crecimiento de Bracamonte y Sarmiento en el mediocampo, ya que ello le permitió encontrar la pelota y a través de la posesión se acomodó mejor al partido. Y además le agregó ductilidad para construir acciones en ataque y empezó a inquietar con peligrosidad sobre Berardo. Sin embargo, al igual que su rival, no mostró contundencia: a los 22’ Facundo Mignola definió al cuerpo de Marcelo Berardo y, un minuto después, Marcos Mancilla -sin marcas- cabeceó apenas desviado.
Con las acciones, el “Gallego” ganó en confianza y comenzaron las confusiones en el “Verde”, que igualmente, a través de la capacidad individual que posee, respondió con su mejor oportunidad en su única acción elaborada del primer período, pero Arcas le negó, con gran estirada, el gol a Nicolás Ponce, quien recibió un muy buen pase cruzado de Franco Santoni.
El cierre del primer tiempo fue del local, que primero avisó con Luciano Acosta (tras gran jugada previa de Bracamonte) y en la siguiente abrió el marcador. Es que sobre los 45’, Española apeló al factor sorpresa ante la quietud del rival tras un tiro de esquina y todo concluyó en un claro penal de Franco Santoni a Sarmiento.
Nicolás Morello, con fuerte remate al lado izquierdo de Berardo, anotó el 1 a 0 para irse al descanso con una ventaja clave.
Más allá de las variantes posicionales y de nombres que introdujo el rival, fue Española el que sostuvo el predominio en el inicio del complemento. Entonces, a los 15 minutos y en una réplica letal, Nicolás Morello picó en soledad, eludió a Frus y asistió a Mancilla quien, de cabeza, anotó el 2 a 0.
Con Rivadavia acusando el impacto anímico del segundo gol y Española ya sin la verticalidad por las modificaciones, el partido se mostró resuelto más allá de esos minutos posteriores al descuento del “Verde”, a los 34 minutos, por el muy buen gol de tiro libre de Franco Santoni.
Es que, más allá de dicho gol, Rivadavia, de floja producción y apelando principalmente arrebatos individuales, ya no consiguió vulnerar nuevamente al local, que con un hombre de más (Márquez se fue a las duchas tras el gol de su equipo por gestos al público local) no pasó más sofocones y cuidó acertadamente el triunfo hasta el pitazo final de Claudio Moyano.
La figura
Nicolás Morello
El delantero fue clave en el resultado final porque abrió el marcador con su gol de penal y habilitó a Mancilla en el otro tanto de equipo. Pero también fue incisivo cuando entró en acción. También sobresalió Matías Bracamonte quien dejó la “cueva” y resultó clave en el mediocampo.
El árbitro
Claudio Moyano
Correcto en el cobro del penal a favor del local al cierre del primer tiempo y, en la expulsión a Márquez, lo hizo a instancia del segundo juez por gestos del defensor al público rival. Controló bien el partido con un riguroso arbitraje, fue criterioso en las amonestaciones -aunque lo perdonó a Ponce (infracción sin pelota)- y estuvo atento a las correcciones. En líneas generales fue buena la labor de la terna.