Escribe Alexis Zegatti

El “Santo” perdiceño logró una victoria que le permite mantenerse en lo más alto de su zona. Fue por la mínima y sin sobrarle nada, ante Hipólito Yrigoyen de Tío Pujio. El equipo visitante logró golpear en los primeros minutos del encuentro y aguantó con Luciano Pereyra a la cabeza, más un bloque defensivo que funcionó a la perfección.

Por el lado del local, los dirigidos por Vicario se quedaron con el sabor amargo de haber tenido más la pelota, haber creado las mejores situaciones, pero no estuvieron finos en los últimos metros. El “Rojo” mereció mejor suerte.

Desde el inicio del encuentro, el elenco de Tío Pujio comenzó a generar peligro al arco defendido por el “profe” Pereyra, quien desvió un derechazo de Rodríguez al córner. A los 5’ Quiroga envió un centro que, ayudado por el viento, se fue cerrando y pasó rozando el poste izquierdo del arco visitante.

Mientras Yrigoyen intentaba manejar el balón y las situaciones, el “Santo” se posicionaba para golpear de contra. Fue así que a los 9’ contó con la primera posibilidad y pudo abrir el marcador. Por la derecha, Coria envió un centro que nadie logró despejar y detrás de todos ingresó “Cochy” Ferreyra para rematar directo, el balón se desvió y descolocó a Mancilla que intento retener el balón, pero terminó dentro del arcó, convirtiéndose en el 1 a 0.

Baldazo de agua fría para el local, que controlaba el encuentro. El golpe duró varios minutos, por lo que los equipos se prestaron la pelota durante un largo periodo, hasta que pasados los 20’ apareció nuevamente el peligro en el área de la visita. 

Ferrero desbordó por izquierda y llegó al fondo para enviar un centro en busca de Moyano, pero antes la defensa logró despejar el peligro al saque de esquina, cuando el “Chino” se relamía para definir. Mientras el local intentaba generar riesgo, la visita lograba un cerrojo defensivo que le permitía mantener su valla en cero. Sin embargo, los de Las Perdices jugaban muy cerca de su arquero y perdían rápidamente la pelota, lo que le permitía al “Rojo” manipular el balón.

A los 22’ todos reclamaron penal cuando Fonseca cayó en el área. El volante derecho iba en busca de un centro y se fue manoteando con Aballay. Cayó, pero el arbitro apeló al “siga, siga”.

Un minuto después, se lo devoraron entre Iván Moyano y Fonseca. Los mediocampistas fueron en busca de un centro perfecto al corazón del área chica. Pereyra no salió y no la empujaron. Luego la tuvo Rodríguez, quien probó con un zapatazo desde lejos, el balón tenía destino de red, pero apareció la volada salvadora de Pereyra para enviar el esférico a un nuevo córner.

Así se fue diluyendo la primera parte, con el local manejando la pelota, pero con pocos espacios, fruto del buen trabajo defensivo de la visita. En los últimos minutos de los primeros 45’ abandonó el campo de juego con una lesión Piovano, ingresando Cardozo en su lugar.

En la segunda parte la imprecisión en los últimos metros, sumado al viento en contra, no le jugaron una buena pasada a los dirigidos por Vicario. Más allá de que la pelota siguió siendo manejada en gran parte por Rodríguez, Ferrero y compañía, en los últimos metros el riesgo se diluyó.

A los 14’ se dio uno de los tantos fallos del árbitro. Cortó una jugada con posibilidad de gol para el local. Cardozo se prestaba a definir, pero Acosta cobro una falta anterior. El reclamo en el banco local fue generalizado.

Segundos después, el palo izquierdo del arco visitante fue testigo presencial de lo cerca que pasó un remate de Ferrero, ante la atenta mirada de un Pereyra que nada podía hacer. Luego, el “profe” le ahogó el grito de gol a Cardozo, quien definió con un remate cruzado. 

La figura de Pereyra se agigantaba para ir diluyendo las esperanzas de un Yrigoyen que intentaba con más ganas que ideas.

Mientras seguía manejando el balón, Moyano jugando de pívot y con las bandas siempre a su disposición, los locales erraban el camino siempre buscando por el medio. Por su parte, el DT de San Lorenzo mandó a la cancha a Angaramo, para tener un poco más la pelota, y por momentos logró darle algo de oxígeno a la defensa. 

A los 19’ Moyano recibió de espaldas (como en toda la tarde), se sacó a su marca de encima y habilitó a Ferrero que por derecha ingresaba a toda potencia. El volante recibió y remató desviado.

Las pocas posibilidades concretas fueron desperdiciadas por el “Rojo”, mientras que San Lorenzo soñaba con alguna contra letal que le permita cerrar el partido. Nada de ello ocurrió, porque Angaramo recibió el balón en el medio y estuvo muy solo, mientras que el local la recuperaba y no lograba romper el cerrojo defensivo impuesto por la visita. 

El encuentro se fue diluyendo. Solo quedó tiempo para que Pereyra se agigante aún más, cuando a los 41’ un centro pasado le cayó a Mayco Rodríguez que de zurda remató potente, pero el uno tapó muy bien. San Lorenzo hizo su juego, convirtió, su refugió y aguantó. Mientras que Yrigoyen, que mereció mejor suerte, se quedó con las manos vacías. Le faltó tranquilidad en los últimos metros para quebrar la valla de Pereyra, que le permitió a su equipo ilusionarse y mantenerse en la punta.

 

La figura