Escribe Juan Manuel Gorno

Matías Barbuio, delantero picante, de sobrada gloria en el fútbol local, tenía como destino volver como los grandes a Universitario, el lugar donde fue feliz.

Después de todo, se trata de uno de los jugadores más interesantes del plano doméstico, tanto sea por su elogiada capacidad de desequilibrio como por sus porcentajes destacados de gol.

Entonces si había que volver, tenía que ser como lo hizo ayer, con la maravilla de la actuación perfecta, englobando el puntaje diez como calificativo a la reaparición soñada.

Después de haber militado en dos ligas diferentes (Río Cuarto, con la casaca de Acción Juvenil de General Deheza, y Bellvillense, militando en Progreso de Noetinger), al ex-Alumni le bastaron sólo 45 minutos para demostrar su jerarquía en Plaza Ocampo. Y su ingreso en el segundo tiempo fue tan determinante que el 3-0 de la “U” ante Deportivo Argentino encontró la explicación en su nombre por encima de todos.

Dos goles, un pase gol y a otra cosa. Así de fácil para destrabar un partido complicado, que no presagiaba semejante desenlace.

Es que, vale decirlo, Argentino había exhibido una mejor faceta en el primer tiempo, con mayor control de pelota y ambición ofensiva.

En un choque de buenos jugadores, los de “Lobo” marcaban el ritmo cuando la pelota caía sobre Ramiro Cortez o cuando la trasladaba Franco Ñáñez en el centro del campo. Ambos tenían que sostener la búsqueda porque la “U”, con la batalla de Leandro Grosso y Fernando José, parecía cortarle los caminos a Claudio Díaz y a Emanuel Márquez.

De todas maneras, Argentino amagó y no supo concretar, al tiempo que la “U”, sin hacer demasiado en tres cuartos de cancha, por momentos también tuvo algunas situaciones, sobre todo luego de los 20 minutos de juego.

Esto se reflejó promediando la etapa inicial, cuando primero se lo perdieron Barengo y Truglio, frente a Maggi, y luego se lo devoró solo Cortez (remató alto tras un centro de Turina), con el arquero Mellano vencido.

No obstante, Argentino terminó mejor el primer tiempo, inquietando con Márquez o con un tiro de esquina que López no alcanzó a cabecear bien. 

El problema que su falta de eficacia le costaría caro, mientras Universitario buscaba en el entretiempo la llave de la victoria.

 

Adentro

Emanuel Pratto, compañero de ataque de Barengo, arrastraba un golpe del domingo anterior y por ello no estuvo en su plenitud. Entonces Joselito Bernadó no dudó en hacer el cambio de arranque para el complemento: Sacó al pibe y no hizo esperar más el retorno de Barbuio, quien recién fue habilitado el viernes.

A pesar de la casaca 16 y de ser un par de años más viejo (aunque sólo tiene 24), Barbuio siguió siendo el mismo factor clave del bicampeonato. Y le alcanzaron apenas 8 minutos para ratificarlo. Porque cuando el cronómetro marcó ese tiempo, Barbuio se escapó por izquierda, pasó a uno, a dos, al arquero, vio un claro y la empujó a la red. En síntesis, marcó un gol espectacular. Y su regreso ya estaba coronado.

Pero faltaba más. Cinco minutos después, la dupla con Barengo empezó a ser fructífera. El exRivadavia encaró por el costado y envió el centro que encontró a Barbuio poniendo el botín para el 2 a 0.

Pudo llegar el tercero cinco minutos más tarde, otra vez con Barbuio protagonista, metiendo un centro de tiro libre que Jacobi, por poco, no pudo cabecear bien.

La ráfaga del hombre del partido dejó sangrando al “Lobo”, que fue a buscar el descuento desesperadamente y con cambios en su formación para ir al frente, tomando riesgos.

Las apariciones por sorpresa del “Colorado” Turina, el empuje de Julio Gastaldi y las corridas de Márquez marcaban un camino. También la pegada del “Lanita” Díaz, pero Simón Mellano, con un par de atajadas formidables (una tras el tiro libre del diez de Argentino), impidió la remontada del equipo albiazul.

Encima, de contragolpe, la “U” lo tuvo encendido a Barbuio, quien a los 28’ se escapó de todos, engañó a Maggi y se la entregó a Barengo para llegar al 3-0 final.

Lo demás sólo formó parte de la historia olvidable, ya que si bien Argentino no dejó de pelear por un gol, Universitario aguantó bien, con una muy buena tarea de su arquero y, sobre todo, de Grosso, quien hasta se puso la pilcha de central cuando salió lesionado Pablo Picotti.

Volver a ganar era la consigna de la “U”, que había perdido ante Colón la semana pasada, también en la “Placita”. Por entonces todavía no contaba con Barbuio. 

 

La figura