En el Centro Cultural Leonardo Favio se llevó a cabo ayer una charla para docentes y público en general sobre “Bullying y Ciberbullying, pistas para salir del laberinto”, a cargo de la especialista María Zysman, psicopedagoga y directora del equipo de diagnóstico, prevención e intervención de la asociación “Libres de Bullying”, de Buenos Aires.
La especialista, en diálogo con EL DIARIO, destacó la importancia de los docentes para prevenir y combatir esta problemática, ya sea dentro como fuera del aula.
“El olfato del docente es fundamental para combatir el bullying, hay muchas cosas que puede hacer para prevenir y para actuar en el momento justo”, apuntó Zysman.
A partir de ese concepto, la psicopedagoga explicó que “se apunta a reconocer cosas que suceden para poder detectar antes de que empiece a suceder”. Y, ejemplificó: “Si una docente huele que en un aula no están las cosas bien, si percibe que un chico deja algo escrito o que no se integra, que tiene cara triste, que no cumple con tareas, que cambia la conducta repentinamente... tiene que preguntarse qué pasa, porque esas son señales de alarma”.
A partir de “ver las formas en que piden ayuda”, insta a que los educadores hagan algo para “no potenciarle la idea de que nadie puede ayudarlo”.
A partir de esa decisión, expone que la forma de abordaje de la problemática debe ser “siempre individual porque los grupos exponen al chico que está puesto en ese lugar, justamente, porque no responde socialmente de la misma manera que los demás”.
De todas formas, reconoce que “no hay fórmulas mágicas” para combatirlo, porque “si caemos en programas predeterminados, no estoy viendo cuál es la intención del otro” y en el bullying “tiene que haber una intención de maltratar, no es algo que sucede sin querer”.
Por eso es que Zysman remarca la diferencia: “El bullying no es la burla”, sino que “es apenas una parte” porque “muchas veces hay grupos donde la burla es una forma de comunicación entre ellos y ahí no es bullying”.
“No es que ya nadie se puede reír de nadie, sino que la relación debe ser de igual a igual o que haya un ida y vuelta; si un chico se convierte en la papelera de reciclaje de los demás, su autoestima se empieza a destruir de manera enfermante”.
Además, si bien reconoció que la escuela es el escenario principal en donde se expresa esta problemática entre jóvenes, aclaró que puede suceder en cualquier lugar donde haya “una constancia en el tiempo, ya sea poco o mucho, una obligatoriedad para el encuentro y una convivencia que cree el clima para que vayan conociendo lo que más le duele al otro.
Bullying en la red
Internet y las redes sociales son un nuevo escenario en el que esta problemática se desarrolla. Un ámbito “difícil” para que los docentes puedan actuar. Por eso lo que se busca, según la especialista, es “trabajar con los chicos para que aprendan a hacer un uso responsable de la tecnología”.
Con esto se refiere a educar a los jóvenes para que “no hagan o digan en Internet o Facebook lo que no harían o dirían cara a cara”. “No expongas al otro en tus fotos y videos, no cuentes cosas que no contarías de frente, no te sumes a cosas que no son buenas para otro”, ejemplificó.
El desafío, planteó, es para muchos maestros tener que aggiornarse. “Hay que reconocer que hay docentes que no tienen la mejor idea de las nuevas tecnologías o las redes sociales y que es una exigencia grande para los docentes más grandes”.
Finalmente, aclaró que “el chico que hace bullying está denunciando que algo le pasa a él también” porque “hay que entender que un chico feliz, alegre y contenido, no lo hace”.
Hoy, con los niños
Hoy, de 9.30 a 11.30, también en el Centro Cultural Comunitario, los alumnos integrantes de los concejos y Gabinete de Niños participarán de un taller con la mencionada profesional para trabajar en la temática.