Las inscripciones están abiertas y algunos dirigentes ya empezaron a dar los primeros pasos movidos por el legítimo deseo de ser “elegidos” para ingresar a la búsqueda del tesoro y ganar todas las postas de la carrera rumbo al “Sillón de Viñas 2015”.
El rubio contador José Carignano es uno de los que obtuvo la sortija en las idas y vueltas del carrusel de Eduardo Accastello.
Desde el mismo momento en que el intendente lo designó jefe de Gabinete, el dirigente surgido de las filas de la Agrupación 20 de Diciembre tuvo una posición privilegiada en la plataforma rotatoria de la política local.
Pero, para llegar a la bendición final no es suficiente con aprender a conducir la calesita, sino que es necesario manejar el vértigo de una montaña rusa.
Y la sucesión de Accastello se desplaza por carriles intrincados con desniveles y movimientos sorpresivos.
El actual titular del Sillón de Viñas, decidido a disputar la Gobernación en 2015, ha depositado su confianza en el área de gestión en Carignano.
Así se lo hizo saber a su equipo en varias oportunidades, sin embargo, conocedor de los fantasmas internos que deambulan por el laberinto del Palacio Municipal, juega con la cintura para evitar una decisión directa y sin vueltas. “Carignano es un buen candidato”, reafirma, pero no descarta otros nombres de su entorno.
Y el jefe de Gabinete se muestra cauteloso y prefiere recurrir a la frase “falta mucho para hablar de candidaturas”, tal vez recordando la experiencia de Raúl Costa que tuvo la bendición en 2003 y se tuvo que masticar la bronca y cajonear los afiches a último momento cuando la varita se posó en la figura de Nora Bedano.
No todo lo que brilla es oro ni todo lo que pesa es plomo. En política, como en el arte de la magia, nada es lo que parece.
Accastello necesita del consenso de su grupo para lanzar un candidato al ruedo que le brinde una mínima garantía de triunfo en las urnas.
El peronismo local no se va a resignar a perder el Gobierno sin dar una batalla con la táctica y estrategia bien aceitadas.
Y es en ese punto donde las encuestas van a jugar un rol fundamental, porque los anotados son varios. Pero también, para el proyecto de Accastello es fundamental el trabajo que realizan, sin pausa, los diputados nacionales Martín Gill y Nora Bedano acompañados por el integrante de la unicameral Héctor Muñoz.
En esta montaña rusa, de vértigo y velocidad, es difícil ponerse el traje de candidato y no morir en el intento. Y Carignano lo sabe. Por eso se mueve a paso lento y trata de no tirar leña a la hoguera de las vanidades.
El jefe de Gabinete no desconoce que ciertos eduardistas de paladar negro no olvidan que formó su propia agrupación y se manejó por fuera del accastellismo años atrás.
Hoy es un funcionario “leal” y consecuente con el proyecto, no obstante tiene que pasar la primavera, el verano y esperar la llegada del otoño.
Sinfonía otoñal
¿Cuándo serán las elecciones municipales? Es el as que el intendente guarda en la manga.
Mayo puede ser un mes interesante en la agenda del oficialismo para ir a las urnas antes de la seguidilla de comicios que incluye las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), las elecciones provinciales y luego las nacionales.
Accastello no maneja los mismos tiempos, en materia de campaña proselitista, que los opositores.
Su caballito es la gestión, y las inauguraciones de obras, sus carteles preferidos para “mantener” el respaldo de la ciudadanía.
Sin embargo, parte de su estrategia deberá estar encadenada al avance de sus aspiraciones a nivel provincial.
Y ganar la ciudad es un pilar fundamental para su futuro político. Y también un desafío complicado después de 12 años de gobierno con el desgaste que representa.
No puede darse el lujo de elegir mal a su candidato.
En este contexto, la oposición aún mantiene sus energías en reserva y no muestra demasiados candidatos lanzados al territorio.
El PRO es, por el momento, el que ha mostrado un rostro y un trabajo disciplinado para disputar la Intendencia.
Darío Capitani es el hombre que representará la propuesta de Mauricio Macri en la ciudad y el concejal está esperando los primeros brotes de la primavera para hacer un despegue “con mucho color” y salir a medir sus posibilidades.
Por el lado del Frente Amplio, Jorge Valinotto tiene un remedio para la candidatura: el doctor Juan Carlos Zazzetti. Por ahora, sólo de palabra, ya que el espacio que conduce el diputado nacional está sentado en la mesa para el armado del frente UNEN y un posible postulante a la Intendencia necesita del consenso de los demás partidos, fundamentalmente del radicalismo.
Con el color rojo en primer plano y letras blancas, Gustavo Bustamante salió con el “pan” bajo el brazo a recorrer los barrios e imprimir su huella para el próximo año.
No hay mucho más dando vueltas. Sí, se espera que el delasotismo abra una casa partidaria en la ciudad y prenda la mecha de un posible candidato.
En el corazón del invierno, la primavera ya siembra sus brotes.