“Lo importante es saber que todo problema tiene una solución. De ahí en más uno puede estar todo el tiempo que sea tratando de resolverlo”, reflexiona Valeria Fernández Barrenechea, la estudiante del Instituto San Antonio que llegara a representar recientemente a la ciudad en una instancia iberoamericana de las Olimpíadas de Matemática en Capital Federal.

En el otro extremo de la sala donde se realizó esta entrevista se encuentra Matías Moral, el flamante campeón provincial -en el Nivel 3- de las Olimpíadas Ñandú, que se llevaran a cabo la semana pasada en La Falda. “Siempre tuve facilidad para las matemáticas y me gustaron de chico. Además a mi papá (Franco) también le gustan y hasta ha llegado de joven a una instancia nacional de las Olimpíadas”.

Entre ambos estudiantes se encuentran sentados sus compañeros: Tomás Ferreira Rubiolo (mención especial obtenida en La Falda), Mateo Ricci (quien acompañó a Matías y Tomás en su primera incursión en el certamen de Ñandú) y Carmela Suárez (quien viajará el próximo jueves, por primera vez, al Regional de Ñandú, que se concretará en Hernando).

Los cinco adolescentes desafían el falso axioma que se libra desde el mundo adulto: los niños no tienen interés por los números, las fracciones, los ángulos, despegar las X y demás operaciones específicas que demanda dicha ciencia.

Aunque algunos de ellos han recibido cierta influencia por parte de sus padres (las mamás de Valeria y Tomás han dado clases incluso en el mismo establecimiento), por lo general responden que la afición por las matemáticas se ha despertado en forma casi natural, dentro del aula.

“Para nuestros compañeros ahora es algo normal que nosotros vayamos a competir. Antes nos podían decir algo, pero ahora nos alientan a seguir”, cuenta Valeria.

 

“Los chicos están entrenados”

Fernández Barrenechea participó el 7 y 8 de agosto en Buenos Aires, en la mentada instancia iberoamericana. Llegó a dicho encuentro por haber obtenido una mención especial en el nacional de 2013. Contó con cuatro horas para resolver tres problemas de alta complejidad. Para prepararse, con sólo 15 años, debió asimilar operaciones matemáticas que se enseñan en tercer año de la Universidad.

“Estos chicos pueden hacerlo porque están entrenados y con la mente abierta para ese tipo de dificultades”, acotó la profesora María José Celiz.

El equipo docente, que asistió a los estudiantes, se completó con Milagros Montequín y Norma Galeano. 

Por su parte, Matías Moral y Tomás Ferreira Rubiolo participaron desde el 27 hasta el 29 de agosto en el predio del Ejército de La Falda. “El primer día tuvimos que hacer seis problemas de práctica. Al día siguiente fuimos a la competencia de Nivel 3 (corresponde al primer año del secundario). Eran tres problemas (de conteo, geometría y probabilidades) que teníamos que resolver en dos horas”, comentaron los chicos.

Matías se destacó en el problema geométrico donde debía calcular el área que se formaba en la unión de un pentágono dentro de un círculo. Aunque no lo terminó de resolver, fue el único que lo emprendió correctamente desde el inicio además de explayarse en la explicación alusiva. 

Tomás hizo lo propio en la primera fórmula del conteo, donde debía precisar cuántos caminos se podían recorrer dentro de un cuadro de 36 espacios. 

La experiencia, a la par de la competencia, fue “muy buena”, señalaron los estudiantes. “Participamos en juegos que se hacían por la tarde y compartimos las jornadas con otros chicos de Villa María, de la Dante Alighieri y el Trinitarios”, añadieron.

 

Próximas instancias

Las próximas metas serán las siguientes. El próximo jueves se desarrollará la instancia Regional de las Olimpíadas Ñandú en Hernando -de carácter obligatorio-, donde irán todos los estudiantes salvo Valeria, quien participará en una nueva instancia provincial en Cosquín (del 10 al 12 de septiembre) y el 18, en el Regional de su nivel en Hernando.