Uno de los dos jóvenes detenidos en la calle General Paz al 500 el martes por la noche, en relación con el asalto acaecido poco antes en barrio Ameghino, no tenía ninguna relación con el hecho. Se trata del más joven de los dos arrestados, el muchacho de 19 años, quien es estudiante en el Instituto Leibnitz y justo acertaba a pasar casualmente corriendo por el mismo lugar por el que corría el otro detenido, quien sí está vinculado al atraco perpetrado momentos antes de la aprehensión, en San Juan 1450.
“Puede interpretarse como un error de procedimiento, pero es que el chico recién dijo que no tenía nada que ver cuando lo trajeron a la Comisaría”, justificó el comisario Fernando Gaido y agregó que “nosotros veníamos siguiendo a dos sujetos armados que acababan de cometer un asalto. El efectivo los vio juntos y creyó que eran cómplices. Los detuvimos a los dos”, expresó el funcionario policial.
Incluso, estando en la Comisaría, el propio ladrón manifestó que no conocía al otro joven, por lo que los investigadores consultaron al fiscal, quien ordenó que lo dejaran en libertad. Tal vez, el detenido no abrió la boca durante el arresto por miedo. Y temerle a la Policía no es saludable para una sociedad democrática.