-“Tuvimos que ir a buscar al médico especialista que supuestamente era el médico de piso a su propio consultorio. Nos atendió sólo después que le pagáramos 200 pesos, a la par que nos dijo que al que no le gusta, que se vaya”, dijo la hija de un afiliado a PAMI, que tras ser dado de alta de un centro médico de la ciudad, cayó en estado comatoso y debieron internarlo en otro lugar.
-“No te puedo decir lo mal que atendieron a mi abuela que se cayó y tuvo un problema grave en la cadera. Nos mandaron a casa y nos dijeron que le daban turno por PAMI para operarla recién en octubre. Pagando, podían operarla al día siguiente”, dijo el nieto de otra afiliada a la misma obra social.
Ante esas quejas que llegaron a la Redacción de EL DIARIO, ambas contra la Clínica Fusavim, consultamos con el titular de la delegación Villa María del PAMI, la obra social de los jubilados.
Raúl Varroni dijo que los pasivos “no deben pagar un solo peso por la atención en consultorio ni en internación. Tampoco por estudios, ya sea que se hagan dentro de la clínica o fuera de ella”. La única excepción es cuando el paciente pide una habitación privada.
Reconoció que la clínica mencionada tiene “varias denuncias” y que particularmente se le han aplicado multas. “Pero no es la única”, aclaró.
Entiende que en salud Villa María “es una plaza saturada”. “En nuestra delegación tenemos 25 mil afiliados y vienen derivados los jubilados de los departamentos Marcos Juárez y Unión para casos de mayor complejidad, los que tienen una cantidad similar de afiliados”. De todas maneras, todos los centros médicos que trabajan con el PAMI son los que aceptan esas condiciones y se supone que deben tener los medios para dar respuesta a esa demanda.
Varroni, que lleva casi 40 décadas trabajando en la obra social de los jubilados, reconoce que le da “mucha impotencia” ver a algunos profesionales de la salud mercantilizando la medicina. “Por ejemplo, eso de demorar turnos, no se puede hacer. Si el caso es grave y urgente, como una quebradura de cadera, el turno se debe dar dentro de las 48 horas. El PAMI está pagando regularmente los honorarios de los profesionales”, agregó.
Señaló que las denuncias que llegan a la delegación “son muy pocas”. “Creo que es porque la gente tiene una relación especial con el médico y no se anima a denunciarlo. Pero sin eso, nosotros no tenemos posibilidad de actuar”, señaló. Las principales quejas son por malos tratos y por cobro indebido.
Cuando el paciente o un familiar realiza la exposición del problema, inmediatamente se gira a Córdoba, desde donde determinan la sanción. “Pueden ser multas, que en la mayoría de los casos son abultadas o, en casos graves o reiterados, llegar a excluirlos de la nómina de prestadores”, dijo.
¿Qué hacer?
Es importante que el jubilado o su familiar dé a conocer la irregularidad. Tienen varias vías para hacerlo.
Una es personalmente, en la sede de Lisandro de la Torre 345 o al teléfono de la Delegación, 4520195. También hay dos líneas gratuitas: el 138, que es atendido directamente por personal de Córdoba o el 0-800-222-7264.
También tiene la alternativa de cambiarse de clínica. Todos los pedidos de cambio que se realizan hasta el día 20 de cada mes, empiezan a regir en el siguiente período. Es decir, los que se cambien hasta el 20 de septiembre, estarán cubiertos por otro centro de salud a partir del 1 de noviembre. Si el cambio lo hacen el 21, pasan a diciembre.
Esta modificación de la clínica la pueden hacer sin cambiar el médico de cabecera.
Esperan cambiar pronto de sede
Aún no entregaron el nuevo local para concretar el traslado de la sede de PAMI. Una vez que los propietarios del edificio de la calle Alem al 435 terminen los baños, la obra social de los jubilados realizará las instalaciones para el funcionamiento de la delegación. “Estimamos que a mediados de octubre ya estaremos funcionando en la nueva sede”, auguró Varroni.