Entre principios de septiembre y los primeros días de diciembre se podría definir como la temporada alta para la construcción de piletas.
Es que, en ese tiempo, es cuando mayor cantidad de consultas reciben las constructoras y empresas dedicadas a la colocación de piscinas y cuando más obras se concretan, entre aquellos que desean llegar al verano o los primeros días de calor con su propio espacio para refrescarse.
De todas formas, por estos días, según las firmas consultadas por EL DIARIO, no se avizora un buen panorama y la temporada alta comenzó algo fría.
“Por la recesión que hay, esta temporada va a ser un poco más baja que la pasada; en líneas generales, lo más probable es que se note una merma”, aseguró Fernando Marchiaro, de Piscinas de la Villa, quien fundamentó que “en esta época la gente generalmente ya se decidió si va a construir o no, porque desde diciembre es muy raro que se haga alguna”.
En ese mismo sentido analizó la situación Walter Ferreyra, de la firma Piscinas GyC: “No hay un movimiento como era esperado para la época”. El empresario consideró que “es menor la tendencia a comparación de años anteriores” y dijo que hay muchas consultas, “pero la concreción es mucho menor”, por eso adelantó, “por lo que se ve hasta el momento, no va a ser una gran temporada”.
Marcos Ferreya, de Alberca Piscinas tiene una visión más alentadora y estima que “va a mejorar” con el correr de los días, y examinó que “no se trata de que hay una crisis”, porque “por ahí la gente que más se queja es la que más tiene y la que termina construyendo una pileta, porque un empleado no construye una pileta en su casa”.
¿Pileta o vacaciones?
El dinero a invertir para quienes toman la decisión de tener su propia piscina es importante. El costo de una pileta de hormigón arranca a partir de los 70 mil pesos y una de fibra de vidrio ronda entre los 40 mil y los 120 mil pesos.
“Hay mucha gente que está eligiendo invertir en su casa y hacerse la pileta, pasar el verano acá, con las comodidades de su casa, no es lo mismo que irse de vacaciones”, comentó Marcos Ferreyra, que se dedica a las piletas de hormigón, también destacó que “por ahí es preferible invertir en la casa que viajar cinco días, porque al mismo tiempo están revalorizando su propiedad”.
Marchiaro, quien comercializa e instala piletas de fibra de vidrio, por su parte, dice que no es condicional el hecho de que quien se hace una pileta no se va de vacaciones, pero sí cree que para quienes tienen que decidir entre una de las dos cosas, “a veces el hecho de salir es muy importante para la gente, distraerse, viajar”, lo que termina inclinando la balanza.
“Generalmente lo que hacen es dejar de lado las vacaciones por un año o dos para hacer la inversión en la pileta y de esa forma asumir el gasto”, explicó Walter Ferreyra, que también se dedica a las piletas de fibra de vidrio.
Comparación
¿Pileta de hormigón o fibra de vidrio?
La instalación de una pileta de fibra de vidrio demora entre dos y seis días, y cuesta entre 40 mil y 120 mil pesos. Una de hormigón cuesta desde 70 mil pesos en adelante y la construcción demora unos 15 días, siempre que la lluvia permita avanzar normalmente.