“Sí, nos están faltando botones antipánico”, admitió la jueza Cecilia Fernández al ser consultada por EL DIARIO.
Aclaró que la entrega de ese dispositivo se realiza sólo a las personas que llegan a denunciar casos de violencia y que están muy atemorizadas por el accionar del maltratador. “Con el botón se sienten más seguras, porque lo pueden accionar a cualquier hora y en cualquier momento del día”, puntualizó la magistrada.
Desde que se comenzó a utilizar el dispositivo que técnicamente se denomina SALVA, en Villa María “entregamos más de 20”.
Asegura que las víctimas reciben asistencia profesional en el Centro de Integración Social (CIS) y, en muchas ocasiones, ayuda económica. “Cuando los profesionales del CIS entienden que ya no es necesario el botón, se habla para que, en caso de que ella confirme que se siente segura, se devuelva a la Justicia. Por eso le puedo decir que si bien tenemos 20 botones, ya lo han usado más de 20 personas”, puntualizó.
El viernes devolvieron uno y es el único que disponen en la Justicia local.
De audiencias y exclusiones
Los recursos de Tribunales siguen siendo escasos. Cuando llega una denuncia por violencia familiar se puede abordar en la Justicia desde lo penal, según el delito que haya cometido como consecuencia de esa violencia. Es decir, se puede procesar a alguien por lesiones leves, graves y hasta por femicidio según los hechos.
“En nuestro caso, lo que hacemos es tomar las medidas tendientes a la protección de las personas. Por ejemplo, podemos dictar órdenes de exclusión o de restricción”, indicó Fernández.
“Otro tema es el del tratamiento que recibe el victimario. Lamentablemente, no tenemos posibilidad de seguirlos, pero sí lo enviamos al Hospital para que reciba atención”, explicó. “Vemos que la mayoría no acude por esa ayuda y como no hay un registro, lo notamos cuando vuelven a denunciarlo. Tenemos casos de un mismo victimario con dos o más víctimas, es decir, no se trata, vuelve a hacer pareja y sigue con las mismas conductas violentas por lo que vuelve a ser denunciado”, puntualizó.
“No hay ni registro de estos casos ni tratamiento que podamos ordenar nosotros. No tengo claro si hay algún lugar en Córdoba en que reciban este tipo de asistencia”, agregó.
Explicó que actualmente están recibiendo, en promedio, de 10 a 15 denuncias por día de violencia familiar, con picos de 25 los lunes. “Esto hace que las audiencias que se toman se demoren muchísimo”, informó.
Finalmente, señaló la presencia del consumo de drogas de los agresores en la gran mayoría de los hechos denunciados.